lunes, 6 de junio de 2011

De la Preocupación a la Acción

¿Sólo te sientes bien cuándo tu entorno está bien? ¿Pasas la mayor parte del tiempo pensando en problemas, dificultades y preocupaciones? ¿Sientes que tienes tantos problemas que no puedes avanzar? ¿No tienes libertad para elegir tu propia vida?

Necesitas actuar.

Pueden pasar muchas cosas a tu alrededor pero tu eliges cómo reaccionar ante ellas. Podrás centrarte en aquellas cosas sobre las que sí tienes control y modificar los acontecimientos. Poco a poco te irás dando cuenta de que tienes control sobre más cosas de lo que pensabas.   Transformarás las preocupaciones en acciones.

¿Cómo comenzar?

Comienza por ser positivo. Debes entrenar tu mente para que comience a mostrarte las cosas positivas, los recursos de los que dispones y las oportunidades que surgen. Has de forzarla al principio, puedes ayudarte de un papel y un boli, irás apuntando cada día los acontecimientos buenos del día, los momentos en los que te sentiste bien, las cosas buenas que sucedieron, las cosas que hiciste de las que te hayas sentido orgulloso, etc.

Visualiza el futuro deseado, define cómo será tu vida, qué cosas harás, cómo será un día normal, de qué cosas disfrutarás durante el día, cómo te comportarás, cómo responderían los demás, qué actitud tendrás ante los problemas, etc. ¿Cuánto tiempo     necesitas para conseguirlo? Ponte una fecha aproximada.

Diseña tu camino. Una vez que sabes a dónde quieres llegar comienza a diseñar los pequeños pasos que darás hasta llegar a la meta, plantéate objetivos en las diferentes áreas: laboral, familiar, social, personal, etc. Los objetivos han de ser realistas, cuantificables y con fechas.

Analiza los recursos de los que dispones para conseguir lo que quieres. Comienza por los puntos fuertes, habilidades que tú posees, cosas que suman a tu favor, personas o herramientas que te pueden ayudar, motivaciones y razones que tienes para seguir adelante y persistir en tus esfuerzos.

Ve fijándote en los pequeños avances y cómo los has conseguido, eso te dará muchas pistas de por dónde continuar. Comienza ahora mismo, fíjate en las pequeñas cosas que ya has conseguido y las que te han venido a la mente leyendo este artículo, ¿qué has hecho para conseguirlas? A continuación, visualízate repitiendo y ampliando esas conductas en un futuro próximo en esas u otras situaciones.

Se proactivo. Interésate por cosas nuevas, investiga diferentes maneras de hacer las cosas, piensa qué puedes hacer tu para mejorar en tu trabajo, para mejorar como padre, como amigo, como vecino, como hermano, para hacer más felices a los demás. Enriquécete y disfruta de tu relación con los demás, ten presente que de cada persona y situación puedes aprender algo nuevo.

Vive la vida con entusiasmo, no te detengas ante ningún obstáculo, estate siempre dispuesto a superarte y aventúrate a pesar de la incertidumbre. No hagas caso de tus fantasmas, está demostrado que el 80% de nuestros miedos son irracionales y no hacen más que impedirnos alcanzar nuestros sueños.

Se flexible, paciente y comprensivo. Has de estar abierto a los cabios, ya que tu plan se irá enriqueciendo constantemente y, por lo tanto, modificándose. Disfruta del camino que recorres y de tu nueva actitud, positiva, entusiasta, dispuesta y siempre alerta a nuevas oportunidades. ¡Aprovecha tu potencial para hacer de tu vida algo maravilloso!

Y sobre todo no te que quejes, no te opongas a las ideas o consejos de los demás, no te fijes en los defectos, no busques peros, no pierdas un minuto más pensando en los problemas, los obstáculos, lo mal que está la vida, no permitas que el odio, el rencor, la envidia y los pensamientos negativos te la jueguen porque ya has sufrido bastante.

Sara Morís González
Psicóloga y Coach Personal

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