Es
importante seguir estas pautas para una sana relación de pareja.
1. Diálogo
sincero
Sin herir, humillar o faltar al respeto. Los desacuerdos y las discusiones no
son perjudiciales en sí mismos. Se puede hablar, escuchar, comunicarse y llegar
a entenderse.
2. Escucha activa
Se trata de escuchar activamente, dando señales de que nos interesa y de que
entendemos lo que nuestro interlocutor nos dice. Es muy importante que ambos
miembros de la pareja se sientan entendidos para tener una relación sana.
3. Aceptar la responsabilidad
Uno de los errores más frecuentes en la convivencia es hacer al otro
responsable de las peleas y discusiones. Aunque la inicie uno, las discusiones
son cosa de dos, por lo que ambos contribuyen a ellas. Hay que aceptar una
corresponsabilidad, es decir, reconocer nuestra parte de protagonismo en los
errores,
4. Pedir perdón
Cuando una pareja lleva unida mucho tiempo, frecuentemente deja de hacerse
gestos cariñosos, como un beso de despedida. No se pide perdón después de una
discusión y se guarda rencor poco a poco.
5 No irse a la cama enfadados
Se trata de luchar contra la ‘conspiración del silencio’. No permitir que nos
vayamos a la cama enfadados y que pasen los días sin aclarar las cosas. El odio
y el rencor se irá a cumulando y tarde o temprano acabará explotando.
6. No vivir en cuento de hadas
Las metas de la pareja han de ser realistas para nos llevarnos desengaños. Es
positivo tener sueños e ilusiones pero han de ser realizables y posibles para
que no vaya mermando nuestra ilusión y confianza en la pareja.
7. No retomar enfrentamientos
Hacer borrón y cuenta nueva. Ésta es la única forma de evitar quedarse
encerrados en el círculo del enfrentamiento continuo. De hecho, volver a las
discusiones pasadas no sólo es ineficaz, sino dañino.
8. Resolver las crisis
Si la pareja consigue superar su crisis saldrá fortalecida la relación. Para
ello es necesario conseguir conciliar los intereses de ambos, cubrir las
necesidades, compartir las metas, los sueños.
9. Dejar los problemas de trabajo en el lugar de trabajo
La pareja nos sirve de amortiguador, de desahogo de nuestros problemas. Es
bueno pero como todo necesita sus límites, no podemos saturar a nuestra pareja,
hay que evitar que todas nuestras conversaciones giren entorno a la situación
estresante que vivimos en el trabajo. Hay que respetar los espacios e intentar
no saturar con cosas negativas.
10. ¿Quién lleva las riendas?
Compartir el peso de la pareja. En ocasiones, las discusiones llegan porque uno
de los dos cree que al otro se le ha acabado el amor; en especial, si las muestras
de afecto disminuyen. Ninguna relación se mantiene constante en el tiempo, no
son estáticas. Los roles se irán intercambiando a lo largo del tiempo, unas
veces será ella quien recibe y otras será la que da amor, ambos papeles tienen
sus ventajas.
Fuente www.psicologa24h.es