sábado, 13 de abril de 2013

Paul Watzlawick el arte de amargarse la vida


Recomiendo este libro a todos los que estén interesados en el ser humano, en lo impredecible de su conducta, de sus bondades y maldades, inteligencia y aberraciones, lógica y pasiones y especialmente en las paradojas de la vida.
Usted puede llevar una vida con bondades y desdichas, que se reparten de forma aleatoria y más o menos equitativa. Pero el llevar una vida verdaderamente, profundamente amargada, es un arte especial, que usted depura,  refina, cultiva y va desarrollando.
Por ejemplo, si usted se considera normal, pensará que la mayor o menor espera en la cola de un cine, de un aeropuerto o de un supermercado, se reparte de forma más o menos aleatoria; que, cuando va corriendo detrás de un autobús, unas veces logra cogerlo y otras veces no; y que en la vida unas veces se sale usted con la suya y otras no de forma más o menos equivalente.
Ahora bien, si usted piensa que, al pagar la cuenta de un supermercado, se coloca en la fila de la cajera más incompetente o que en el control de policía en un aeropuerto le toca siempre la fila más larga y que, cuando va a coger un autobús, casi siempre se le cierran las puertas ante sus narices y que estas cosas sólo le pasan a usted, entonces usted es un EXCELENTE CLIENTE Y LECTOR de este libro: si realmente usted pretende llevar una vida  amargada, este libro le ayudará a lograrlo, de tal forma que al final  conseguirá depurar y perfeccionar ese arte que sólo pertenece a algunas personas tan superespeciales como usted y que es el ARTE DE AMARGARSE LA VIDA.
Algunos ejemplos:
*    La sublimación del pasado: pensar que todo lo que había antes era mucho mejor que lo que hay ahora, con lo cual usted logra vivir desdichado.
*    "Lo mal que anda este mundo" y que sólo usted puede arreglar.
*    Ser especialmente superprecavido ante cualquier problema, lo cual le garantizará a usted la permanencia de ese problema a lo largo de toda su vida.
*    El autocumplimiento de las profecías. La profecía de un suceso genera el suceso de la profecía. Hable, hable mal de alguien o difunda un bulo que, si hay suficiente gente que lo repita, ese bulo o ficción se transformará en una realidad.
En definitiva, una de las conclusiones a las que llega el autor es que, ante determinados problemas terribles, podemos pensar tranquilamente que la situación es desesperada pero no seria. Estas consideraciones no son muy lejanas a las que yo recibí en mi antigua educación jesuita de un cura inolvidable y sabio que solía decirnos: "Hijos míos, cuando sintáis que las desdichas y los desasosiegos son tantos que os abruman, coged parte de ellos y ofrecédselos al señor."
Libro para leerlo varias veces, meditarlo y guardar.
Fuente: http://www.expansion.com/blogs/itaca/2012/11/30/paul-watzlawick-el-arte-de-amargarse-la.html
Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón
Tel. 671782032
www.psicologogijon.com

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