viernes, 22 de junio de 2012

Método Estivill para dormir niños


El Método del Doctor Eduard Estivill es uno de los más seguidos actualmente y, según los que lo han probado, funciona en un 95% de los casos. Para él, lo primero es enseñar el hábito del sueño, que dormir se convierta en algo rutinario y mecánico y que no suponga un trauma la hora de irse a la cama. ¿Tu hijo no duerme bien? ¿Quieres probar el método Estivill? Aquí encontrarás sus pautas principales
-Distinción entre la luz típica del día y la oscuridad propia de la noche. El niño, desde los primero meses, debe asociar que de día hay luz (evitar que el niño duerma durante el día en completa oscuridad) y que cuando es de noche está completamente oscuro (no utilizar durante la noche pequeñas luces o luces indirectas de otras habitaciones).
-Diferenciar el ruido habitual en el día y el silencio que reina en la noche. Durante el día el niño debe aprender a dormir con los ruidos habituales que hay en una casa, voces que conversan, música, ruidos típicos de la cocina, etc. En cambio, durante la noche hay que procurar que los ruidos sean menos intensos, intentando bajar el volumen de la televisión, no elevando la voz... Siempre sin exagerar, no se necesita un silencio sepulcral para que un bebé duerma.
-Establecer la rutina de cada día: un horario ordenado y repetitivo. Es muy aconsejable dejar el baño del niño para antes de su última toma de alimento.
-El niño debe dormir en su cuco o cuna en la misma habitación que los padres pero nunca en la cama con ellos. Se recomienda el traslado del niño a su cuarto a partir de los 3 meses.


De 3 a 6 meses:


-Fijar una hora para ir a dormir diariamente. Se aconseja en invierno poner a dormir al niño entre las ocho y las ocho y media. En verano es mejor retrasarla hasta las nueve de la noche, dado que el día es más largo.
-Establecer una serie de rutinas previas al momento de dormir que deben repetirse a diario. Por ejemplo, leer un cuento antes de ir a la cama, decirle las mismas palabras. Siempre sin juegos ni acciones que puedan excitar al niño en los momentos previos al sueño nocturno. Pueden  emplearse peluches, chupetes… que acompañen al niño mientras duerma.
Diferenciar su habitación de otras estancias de la casa. Su cuarto es el lugar elegido para dormir, por ello el niño no debe comer en él. Debemos separar así la comida del sueño. 
Si el niño llora en el momento de dormir, puede deberse a diferentes causas que debemos solucionar antes de volver a acostarlo. Puede que necesite un cambio de pañal, que tenga frío o calor, que la última toma de alimento del día haya sido insuficiente y que el pequeño tenga hambre, que no se encuentre bien de salud, etc.
- En caso de que todo esté correcto y que el niño llore en el momento de dormir, tanto padres como cuidadores no deben acudir al primer llanto, quizá si damos un poco de tiempo no habrá más.

Lo que NO debemos hacer para dormirlo:
-Cantarle
-Mecerlo en la cuna o en los brazos
-Pasearlo en cochecito
-Darle palmaditas o acariciarlo
-Darle el biberón o agua
-Ponerlo en nuestra cama

Si estas recomendaciones fallan...
 
En el supuesto de que estas medidas fallen, el Dr. Estivill propone un plan alternativo al que llama lareeducación del sueñoPasos a seguir:
- Los padres y cuidadores deben mostrar en todo momento firmeza y seguridad ante el niño.
-Reemplazar en la habitación del niño, la figura del padre, la madre o de ambos, utilizando un dibujo, un muñeco o un objeto querido por el niño (nunca un aparato electrónico ni un móvil). Explicando al niño que este objeto cuidará de él por la noche.
-Si el niño emplea chupete, dejar varios chupetes sobre la cuna para que pueda encontrar alguno durante la noche.
-Poner a dormir al niño, separarnos de él una distancia prudencial y sin tocarlo desearle buenas noches, con un discurso que dure aproximadamente 30 segundos.  
- Al salir de la habitación, apagar la luz y dejar la puerta abierta.
-Una vez que el niño empiece a llorar, los padres deben permanecer alejados de la habitacióny volver a ella, en función de la tabla de tiempos -expresados en minutos- que mostramos a continuación, que irá variando a medida que pasen los días. Cuando toque acudir a consolar al niño, siempre tendrá que ir uno solo, manteniendo una distancia que impida que el niño le toque, y explicándole (en no más de 10 segundos) que sus padres no le han abandonado y que únicamente le están enseñando a dormir.
Día1ª espera2ª espera3ª esperaesperas sucesivas
Tabla de tiempos de espera en minutos
11 min.3 min.5 min.5 min.
23577
35799
4791111
59111313


Image

Inicialmente el bebé no dejará de llorar, pero en la mayoría de los casos después de acudir unas cuantas veces (a veces 2, otras 3, otras más), finalmente el niño deja de llorar. Con el paso de los días hay que acudir muchas menos veces, hasta que finalmente el niño deja de llorar y aprende a dormir solo.

El Doctor Estivill considera que las consecuencias más importantes del mal sueño de los niños son:
 En lactantes y niños pequeños:
 1-Llanto fácil
 2-Irritabilidad, mal humor
 3-Falta de atención
 4-Dependencia de quien lo cuida
 5-Posibles problemas de crecimiento
 En niños en edad escolar
 1-Fracaso escolar
 2-Inseguridad
 3-Timidez
 4-Mal carácter
 En los padres
 1-Inseguridad
 2-Sentimientos de culpa
 3-Mutuas acusaciones de mimarlo (lo que puede erosionar la pareja)
 4-Frustración ante la situación
 5-Sensación de impotencia y fracaso
 6-Cansancio
¿Quieres ver un video que te explica más sobre el Método Estivill?Fuentes: Doctor Eduard Estivill en Método Estivill, Guía rápida para enseñar a dormir a los niños (2002), Plaza y Janés, Barcelona; y Estivill, Eduard y Béjar, Silvia, Duérmete niño (2003), Plaza y Janés, Barcelona.
Más artículos en psicologagijon.blogspot.com

sábado, 16 de junio de 2012

Cómo ser feliz en tiempos de crisis


"La crisis, gran oportunidad para ser feliz"

Enrique García Fernández-Abascal, catedrático de psicología de la Uned.


La afirmación de que la crisis es una gran oportunidad para ser felices y empezar a disfrutar de las cosas ha sido la premisa con la que Enrique García Fernández-Abascal, catedrático de Psicología de la Uned, ha presentado el curso de verano de la universidad a distancia 'Regulación de la vida emocional'.

El director del curso ha sido claro al señalar que "no se por qué tenemos asociada la palabra crisis con desgracia o catástrofe", ya que tanto las crisis sociales como personales son "una oportunidad de oro para parar, reflexionar sobre lo que estamos haciendo y empezar a disfrutar de ello, además de un momento para ajustar razón y emoción", algo que nos hace ser felices en el día a día. 

"Cuando no tenemos dinero dejamos de gastarlo a lo tonto, empezamos a pensar que es lo importante y disfrutamos de aquello que hacemos que antes lo hacíamos sin pensarlo", ha añadido, ya que para García Fernández-Abascal la crisis "nos hace más razonables y es cuando echamos en falta y valoramos aquello que nos falta".

Realidad única

Para el catedrático de psicología de la Uned el hecho de tener más medios económicos y materiales "no nos hace disfrutar más", sino "todo lo contrario", ya que "tener más a veces nos hace no aprovechar todo de lo que disponemos". "La realidad es una y el que yo vea las cosas buenas y las disfrute depende de lo que espere de ellas", ha finalizado, tras destacar que "cuando hay menos cosas las damos el valor justo que tienen".

Durante esta semana, los 50 alumnos que participan en el curso 'Regulación de la vida emocional' descubrirán como alcanzar la felicidad es una nueva exigencia o reto que nos plantea la sociedad, algo que puede ser contraproducente y por ello llegar a no otorgarla nunca, y aprenderán los procedimientos para lograr una buena regulación emocional a través de los recientes avances en el mundo de la psicología que proponen la positividad como mejor forma de conseguir este hito.

viernes, 15 de junio de 2012

El Elefante Encadenado_ Jorge Bucay


elefant--.jpgAquí os dejo este cuento de Jorge Bucay acerca de las cadenas que nos atan. ¡Os animo a romper con ellas y ver qué ocurre!

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapa porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
–Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a sus destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre– que NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...
Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad... condicionados por el recuerdo de «no puedo»...
Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón...

JORGE BUCAY, «Recuentos para Demián»

miércoles, 13 de junio de 2012

Tratamiento de la Ludopatía en 5 pasos

Todas las conductas potencialmente adictivas comienzan a ser controladas por reforzadores positivos (el aspecto placentero de la conducta en sí misma), pero terminan siendo controladas por reforzadores negativos (el alivio del malestar). Aparece en el sujeto una fuerte dependencia psicológica hacia tales conductas, actúa con ansia e impulsivamente, pierde interés por cualquier otro tipo de actividad gratificante anterior y, a pesar de las consecuencias negativas experimentadas, no es capaz de controlarse.


Es importante hacer entender a la familia que el paciente no es el responsable de su trastorno, sino la confluencia de factores genéticos, de personalidad y de predisposición social.


Según Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, las vías de actuación siguiendo una terapia cognitivo-comportamental son las siguientes: a) control de los estímulos vinculados a la adicción, b) exposición prolongada a los elementos suscitadores de la avidez o ansia por la conducta adictiva, c) solución de los problemas específicos, d) creación de un nuevo estilo de vida, y e) prevención de recaídas.


a) Control de estímulos vinculados a la adicción: 
Se refiere a la evitación de los estímulos asociados a la conducta descontrolada. En la ludopatía se trata de ejercer un control sobre el dinero (p.ej., mancomunando la cartilla de ahorro), eludir los circuitos de riesgo (por la tendencia de los sujetos a jugar en los mismos lugares), evitar la relación con los amigos jugadores y, en los casos necesarios, recurrir a la autoprohibición de la entrada en bingos y casinos, así como hacer una planificación para devolver las deudas contraídas y un plan de gastos especificando en qué vamos a gastar el dinero para llevar siempre lo justo.


b)  Exposición prolongada a los elementos suscitadores de la avidez o ansia por la conducta adictiva:
 La recuperación total (objetiva y subjetiva), es decir, la desaparición de la avidez por la conducta inadecuada sólo se produce cuando el sujeto se expone a los indicios de riesgo de forma progresiva y regular, y es capaz de resistirse a ellos sin adoptar conductas de escape. Por ejemplo, un exjugador puede entrar en un bar con un amigo, pedir un café, estar en presencia de una máquina tragaperras y aguantar el desasosiego interno sin jugar y sin marcharse del bar hasta que haya decrecido considerablemente el malestar.


c) Afrontar adecuadamente las dificultades de la vida cotidiana sin recurrir a la conducta adictiva como solución. Para controlar el ansia por implicarse de nuevo en la conducta adictiva son adecuadas las técnicas de distracción cognitiva, entre las que destacan la orientación atencional a sucesos externos no amenazantes, la ocupación de la mente en una actividad absorbente y el ejercicio físico. Por otra parte, para controlar la ansiedad (tensión, inquietud y nerviosismo) son útiles el control de la respiración y la relajación. Finalmente, dado que un estado de ánimo triste facilita la recaída en la adicción es necesario controlar la depresión. Así, en ocasiones acontecimientos negativos de la vida cotidiana pueden llevar a una persona a un estado de ánimo deprimido. Pero lo importante es que no son los sucesos negativos mismos los que producen la tristeza, sino lo que pensamos acerca de ellos (pensamientos automáticos). Y lo que procede en estas circunstancias es modificar dichos pensamientos automáticos y sustituirlos por pensamientos racionales.


d) Dado que es habitual que cuando el paciente ha abandonado la conducta adictiva no sepa en qué ocupar las horas libres y que le surjan pensamientos negativistas o sentimientos de culpa por la vida, hay que prestar atención al estilo de vida global del sujeto. En este sentido, hay que restablecer el equilibrio del paciente mediante la dedicación de un cierto tiempo diario a la práctica de actividades gratificantes y de crear unos nuevos hábitos sustitutivos de los anteriores. Sólo un cambio de vida estable garantiza el mantenimiento de la abstinencia a largo plazo. Un estilo de vida satisfactorio supone un equilibrio adecuado entre las obligaciones y los deseos.


e) Si una persona se mantiene alejada de la adicción durante un periodo prolongado (1 ó 2 años), la probabilidad de recaída disminuye considerablemente. Al igual que en otras adicciones, los episodios de recaída en juego patológico aparecen asociados frecuentemente a estados emocionales negativos, conflictos interpersonales y presión social. Estrategias de intervención con una recaída son la identificación de las situaciones de alto riesgo, las respuestas de enfrentamiento a situaciones problemáticas, el cambio de expectativas sobre las consecuencias de la implicación en la conducta adictiva y la revisión del estilo de vida del paciente.



Dado que la mayoría de jugadores patológicos lo son a máquinas tragaperras, hacemos una mención a ellas. Si los ludópatas, entre otras cosas, se percatan del verdadero significado de máquinas tragaperras (es decir, máquinas que tragan las perras de uno sin posibilidad de recuperarlas), si interiorizan que absolutamente no tienen ningún control sobre ellas debido a que los premios están establecidos aleatoriamente y si en lugar de acordarse de sus luces y sonidos se acuerdan de lo cargado de monedas que va el administrador de ellas tras su recaudación pueden abandonar el juego en ellas. Pero si esto no es suficiente y deciden llevar a cabo un tratamiento con un profesional de la psicología, entonces el problema se soluciona.




Fuente: http://www.articuloz.com/general-articulos/el-tratamiento-de-la-ludopatia-3767570.html


Si necesitas terapia puedes contar con nosotros. Visita www.psicologogijon.com y reserva tu cita.

lunes, 11 de junio de 2012

Consejos para parejas



Es importante seguir estas pautas para una sana relación de pareja.
1. Diálogo sincero
Sin herir, humillar o faltar al respeto. Los desacuerdos y las discusiones no son perjudiciales en sí mismos. Se puede hablar, escuchar, comunicarse y llegar a entenderse.
2. Escucha activa
Se trata de escuchar activamente, dando señales de que nos interesa y de que entendemos lo que nuestro interlocutor nos dice. Es muy importante que ambos miembros de la pareja se sientan entendidos para tener una relación sana.
3. Aceptar la responsabilidad
Uno de los errores más frecuentes en la convivencia es hacer al otro responsable de las peleas y discusiones. Aunque la inicie uno, las discusiones son cosa de dos, por lo que ambos contribuyen a ellas. Hay que aceptar una corresponsabilidad, es decir, reconocer nuestra parte de protagonismo en los errores,
4. Pedir perdón
Cuando una pareja lleva unida mucho tiempo, frecuentemente deja de hacerse gestos cariñosos, como un beso de despedida. No se pide perdón después de una discusión y se guarda rencor poco a poco.
5 No irse a la cama enfadados
Se trata de luchar contra la ‘conspiración del silencio’. No permitir que nos vayamos a la cama enfadados y que pasen los días sin aclarar las cosas. El odio y el rencor se irá a cumulando y tarde o temprano acabará explotando.
6. No vivir en cuento de hadas
Las metas de la pareja han de ser realistas para nos llevarnos desengaños. Es positivo tener sueños e ilusiones pero han de ser realizables y posibles para que no vaya mermando nuestra ilusión y confianza en la pareja.
7. No retomar enfrentamientos
Hacer borrón y cuenta nueva. Ésta es la única forma de evitar quedarse encerrados en el círculo del enfrentamiento continuo. De hecho, volver a las discusiones pasadas no sólo es ineficaz, sino dañino.
8. Resolver las crisis
Si la pareja consigue superar su crisis saldrá fortalecida la relación. Para ello es necesario conseguir conciliar los intereses de ambos, cubrir las necesidades, compartir las metas, los sueños.
9. Dejar los problemas de trabajo en el lugar de trabajo
La pareja nos sirve de amortiguador, de desahogo de nuestros problemas. Es bueno pero como todo necesita sus límites, no podemos saturar a nuestra pareja, hay que evitar que todas nuestras conversaciones giren entorno a la situación estresante que vivimos en el trabajo. Hay que respetar los espacios e intentar no saturar con cosas negativas.
10. ¿Quién lleva las riendas?
Compartir el peso de la pareja. En ocasiones, las discusiones llegan porque uno de los dos cree que al otro se le ha acabado el amor; en especial, si las muestras de afecto disminuyen. Ninguna relación se mantiene constante en el tiempo, no son estáticas. Los roles se irán intercambiando a lo largo del tiempo, unas veces será ella quien recibe y otras será la que da amor, ambos papeles tienen sus ventajas.

Fuente www.psicologa24h.es

Problemas de Pareja

Dos de los problemas por los que más consultan las parejas a un profesional de la psicología son los celos y las constantes discusiones.
Los celos son sufridos por ambos, la persona celosa porque cree que no se le quiere lo suficiente o no se le dedica tiempo y al miembro no celoso porque se siente acosado y asfixiado. Son muy peligrosos ya que pueden terminar la relación y aunque no sea así, hacen sufrir mucho a ambos cónyuges.
Normalmente se aconseja terapia de pareja y reeducación de hábitos desajustados.

El segundo problema es el de las constantes discusiones. Al principio puede parecer divertido tener temas en los que se opina de distinta manera, es un tópico poco realista que los extremos se atraen. Tampoco es conveniente pensar que con paciencia conseguiremos que nuestra pareja cambie ES UN ERROR.
Para evitar que nuestra relación se convierta en un campo de batalla constante se pueden seguir pequeños consejos.
Tener claro los puntos que compartimos antes de empezar a hablar de aquellos en los que no estamos de acuerdo.
Es preferible enunciar de forma positiva lo que pensamos: “me gusta más” o “yo prefiero…” en vez de “esto no me gusta”, “no quiero”.
No darle demasiadas vueltas a las discusiones. Si ya se habló de eso y ya quedaron claras las posturas, no seguir insistiendo.
Es más positivo plantear alternativas que simplemente expresar oposición.
No es bueno pretender ganar siempre, alguna vez hay que ceder.
Tampoco es bueno callarse las cosas y no decir lo que nos ha molestado, porque son rencores que se enquistan en nuestro corazón.
La rutina y la monotonía son los peores enemigos de una buena relación de pareja. Se tiene que intentar que haya cosas nuevas, alguna sorpresa. Cosas tan pequeñas como dar un beso o un abrazo sin que tenga que haber un motivo para ello. Hacer un pequeño detalle o regalo porque sí, no esperar a días señalados para ello. Dejar algún mensaje cariñoso donde nuestra pareja pueda verlo al levantarse por la mañana o al llegar tarde del trabajo.
Ya hemos hablado en anteriores ocasiones de los conflictos con la familia política. Es un error muy común querer arrancar a nuestra pareja de sus raíces afectivas, sólo conseguiremos crear inquietud, inseguridad y rencor. Lo único que podemos hacer es tratar de romper el filtro negativo con el que miramos a nuestra familia política. Nadie pretende tener una familia perfecta y pasar todos los fines de semana juntos pero hay que intentar al menos algunas cosas:
1.Que la relación sea lo más cordial posible. Aunque no haya cariño ni confianza plena, al menos que pueda haber un trato correcto.
2.Comprender que nuestra pareja quiere a su familia, aunque nosotros no estamos obligados a ello.
3.Podemos opinar, discrepar pero no estar criticando continuamente.
4.En los momentos de conflicto, apoyar a nuestra pareja.
5.No darle vueltas a temas espinosos continuamente, sólo nos servirá para sembrar odio y rencores.

Fuente: www.psicologa24h.es

Ejercicios para parejas en crisis


Aquí tenéis algunos ejercicios de reflexión y trabajo personal para parejas:

1- La balanza: se trata de un ejercicio que cada uno de los miembros de la pareja realizará por separado.
Harán dos lista escritas, una con todo lo positivo, lo bueno, lo que le gusta de su relación y su de pareja. La otra es una lista de lo negativo, lo que no nos gusta, lo que nos cuesta aceptar.
Hay que ser sinceros pero sin herir la sensibilidad de nadie. Es necesario tener la generosidad y la serenidad de compartir luego todo lo escrito.
Más tarde quizá después de reflexionar se podrán sacar conclusiones.
2- Metas en común y por separado: como el anterior este ejercicio también tiene una parte de trabajo personal y otra de puesta en común.
Han de escribirse los deseos, las metas, los logros que se quieren alcanzar personal e individualmente. Otro escrito recogerá las metas en común con la pareja.
Es muy importante hacerlo con tranquilidad y tomándose el tiempo necesario, cuanto mejor elaborado esté el trabajo más rendimiento se le podrá sacar al compartirlo con la pareja.
Este ejercicio sirve para prevenir desengaños y encontrar nuestras metas comunes
3- ¿Merece la pena, me compensa?: Es un ejercicio sencillo pero revelador que necesita de un trabajo y de una reflexión anterior. Lo ideal es plantearlo después de haber hecho y compartido el ejercicio de La balanza.
Es una pregunta sencilla, con todo lo que estoy viviendo actualmente en mi relación, tal cómo están las cosas, ¿me compensa para seguir adelante? ¿me merece la pena intentar superar esta crisis y seguir adelante como pareja?.
La respuesta nos puede llegar de inmediato en varias horas o incluso días, pero lo importante es que venga desde lo más profundo de ustedes mismos.
4 – Te ofrezco y recibo de ti: es un ejercicio que puede hacerse por escrito o cara a cara si se practica con respeto y una escucha activa.
Hay que poner en palabras todo lo que ofrecemos a la personas con la que compartimos nuestra vida. Después en otro escrito o cara a cara hay que reflexionar sobre que es lo que cada uno siente y piensa que recibe de su pareja.
Este ejercicio funciona muy bien en terapia de pareja cuando hay una tercera persona que nos ayudará después a desmenuzar lo ocurrido y ver donde hay desajustes.
5 – Cambios que necesito: se trata de un ejercicio para hacer cuando ambos o algunos de los miembros de la pareja tiene dudas sobre si seguir adelante.
Se tiene que reflexionar sobre lo que necesitamos sobre lo que nos falta en la pareja. Después se pondrá en común y se verá que cosas dependen de uno mismo, de la pareja o de ambos y se reflexionará sobre si es posible que estos cambios se produzcan.
6- Última carta: es un ejercicio para serenarse cuando la pareja decide separarse. Se trata de escribir una carta de despedida, de volcar todos los sentimientos en ella, nuestras quejas y también nuestros agradecimientos.
Si se ha hecho bien debe dejar una sensación de serenidad al volver a leerla.
No es necesario darla a la pareja para que la lea, se escribe para uno mismo.

Fuente: www.psicologia24horas.es