miércoles, 27 de febrero de 2013

¿Qué es el coaching?


La Cueva de Platón

La alegoría de la Caverna de Platón cuenta la historia de unos hombres que vivían recluidos dentro de una caverna, sin poderse mover y condenados a mirar siempre las paredes. Para ellos, no existía nada más que las sombras que veían reflejadas en los muros, producidas por un gran fuego situado en la entrada. Según expone Platón, si alguno de ellos fuese liberado y pudiese ver lo que había fuera de la caverna y decidiese volver para contarlo, el resto de prisioneros no le creerían e incluso querrían matarlo. Esta metáfora apunta las claves de la actitud de un coach, un profesional que trabaja para que cada uno vaya más allá de las limitaciones que se impone y realice todo su potencial. El coach es consciente de estar dentro de la caverna y esto le permite salir y entrar para mostrar que el mundo de las sombras es simplemente una pequeña parte. El coach asume el compromiso de acompañar al prisionero fuera de la caverna, para que este pueda ver lo que le impedían las ataduras.

A medio camino entre la psicología y la terapia, el coaching o proceso de entrenamiento personalizado nació hace ya más de 10 años en Estados Unidos y en algunos países de Europa. Es una técnica de crecimiento y desarrollo personal que, mediante sencillos ejercicios, intenta cubrir el vacío existente entre lo que eres ahora y lo que quieres ser, despertando la motivación para evolucionar y ser lo mejor posible. Parte de la premisa de que la propia persona tiene los recursos necesarios para su desarrollo tanto profesional, como personal. Como se necesita un entrenador para aprender un deporte y desenvolverlo con habilidad, el coach nos ayuda para alcanzar metas en el trabajo y en nuestra vida privada, liberando nuestro talento. Los expertos afirman que el coaching no es sólo una herramienta para la gestión, sino una forma de ser y hacer en la vida cotidiana.

Aunque en este país aún es poco conocido, cada vez son más las empresas y los particulares que, siguiendo los pasos de los norte-americanos, contratan los servicios de un o una coach para conseguir alcanzar unos objetivos o resolver ciertos problemas, sin que sea necesario un largo periodo de tiempo.

Fuente http://coachingin.blogspot.com.es/2006/11/la-cueva-de-platn.html

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón
Tel. 671782032
www.psicologogijon.com

jueves, 14 de febrero de 2013

Juegos y ejercicios para terapia de parejas


Escrito por Helen Harvey

 
La terapia de parejas puede ayudar a que dos personas fortalezcan su relación y atraviesen situaciones difíciles. Además, discutir a través de terapia, juegos y ejercicios puede ser útil para promover la comunicación significativa sin la necesidad de tener que discutir. Las parejas pueden practicar juegos y ejercicios durante las sesiones de terapia o en casa, entre cada sesión.

 

Positividad

Cuando una relación está en problemas, es común que la pareja se olvide de los rasgos y las cualidades positivas que la unió en un principio. Los miembros de la pareja deberían ser alentados a hacer una lista enumerando todo lo que aprecien del otro, y luego intercambiarlas. Debido a que posiblemente haya pasado algún tiempo desde la última vez que se transmitieron pensamientos de aprecio, esto puede ayudarlos a enfocarse en la positividad.



Intercambio de roles

Es común que los miembros de la pareja sientan que el otro no lo escucha. Los juegos de intercambio de roles, en los cuales un miembro cumple el rol del otro, puede darles una perspectiva acerca de cómo un aspecto de la situación de uno de los miembros es percibido por el otro miembro. Elige una asunto de discusión específico y que cada miembro intente hablar desde el punto de vista del otro.

Discusión temporizada

En el clímax de una discusión, los miembros de la pareja se interrumpen entre sí, suben el tono de voz o empiezan a gritarse. Para evitar esto, usa un temporizador de cocina o un reloj despertador para darle a cada miembro de la pareja cantidades de tiempo equivalentes para hablar. Durante un período de tres minutos, digamos, uno de los miembros puede hablar y el otro, no. Luego de los tres minutos, el otro miembro puede hablar. Continúa con esta metodología hasta que se termine el tema de discusión.


Compartir

A veces, una relación está en problemas debido a que los miembros no se han tomado el tiempo necesario para conocerse bien. Así que en las sesiones de terapia cada miembro debería compartir alguna curiosidad que el otro no conozca. Cada uno debería empezar diciendo: "Apuesto a que no sabías..." Entonces la conversación se puede desarrollar en torno a esta curiosidad. El ejercicio puede dar una idea del pasado de la pareja.


Sonido del silencio

Entre las sesiones de terapia, las parejas deberían encontrar un momento para disfrutar, en silencio, de la compañía del otro. Ya sea escuchar música o sentarse bajo el sol, la pareja debería pasar tiempo juntos sin hablar, disfrutando del silencio y de la ausencia de discusiones.
Fuente: http://www.ehowenespanol.com/juegos-ejercicios-terapia-parejas-info_74361/

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón
Tel. 671782032
www.psicologogijon.com

miércoles, 13 de febrero de 2013

Tomaa el Control


Desarrollar un locus de control interno.

Lee las siguientes afirmaciones y contesta si estás de acuerdo o en desacuerdo con cada una de ellas.
1.                       Soy el dueño de mi destino.
2.                       Los fracasos significan, simplemente, que necesito esforzarme más.
3.                       Nunca culpo a los demás de mis problemas.
4.                       Cuando algo sale mal, pienso que no hice suficiente esfuerzo.
5.                       La constancia y el esfuerzo es la base del éxito.
6.                       El éxito depende de la suerte de cada persona.
7.                       El futuro del matrimonio y de una gran parte de las relaciones que tenemos, depende de tener la suerte de encontrar a la persona indicada.
8.                       Cuando las cosas me salen mal, siento que no vale la pena esforzarme más, porque las cosas no van a cambiar.
9.                       Hay personas que nacieron con buena suerte y otras que nacieron con mala suerte y esto determina su vida.
10.                    Una de las mejores formas de resolver un problema, es dejar que se solucione con el paso del tiempo.
11.                    La herencia determina la personalidad.
12.                    Infancia es destino
13.                    La principal razón de un fracaso, es que las circunstancias no eran favorables
14.                    Si alguien consigue un ascenso rápidamente, es porque le cae bien al jefe
15.                    No tengo ningún control sobre lo que la gente piensa o siente hacia mí.
Las primeras 5 afirmaciones, representan la manera de pensar de una persona que siente que ella es la que tiene el control de su vida.
Las otras 10, muestran la manera de pensar de alguien que cree que la suerte, las circunstancias, las otras personas, etc., son las que determinan sus éxitos o fracasos.

En el primer caso hablamos de personas que se responsabilizan de sus actos, de las consecuencias de los mismos y de sus emociones. 
Ellas reconocen ser la causa u origen de sus conductas y no culpan a los demás de sus sentimientos. 
Valoran positivamente sus logros y esfuerzo, acepten sus errores, tienen metas y trabajan para alcanzarlas.
Esto se llama locus de control interno, porque es la persona quién tiene el control de sus pensamientos, sentimientos y conductas y por lo tanto, de una gran parte de lo que les sucede.

En el segundo, las personas consideran que todo lo que les sucede es causado por algo externo a ellos: la suerte, el comportamiento de los demás, lo que vivieron en su infancia, etc., por lo que no pueden hacer gran cosa para cambiar su vida.
Esto se llama locus de control externo, porque sienten que no pueden controlar lo que sienten o lo que les pasa.
El control está fuera de ellos.

Cuando tenemos locus de control interno, sabemos que, aunque nos cueste trabajo o necesitemos buscar información o ayuda, podemos mejorar nuestra vida.

Cuando tenemos locus de control externo, que es aprendido desde la niñez, no nos sentimos capaces de solucionar nuestros problemas y terminamos, fácilmente, sintiéndonos víctimas, deprimiéndonos o viviendo enojados con el mundo, la suerte, Dios, etc.
El creer que no tenemos control sobre lo que nos sucede, nos provoca ansiedad.
Mientras más ansiosos estamos, nos sentimos más incapaces y con menos control, estableciéndose un círculo vicioso.

Para modificar esta situación, es importante que conozcas la relación entre nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, reconozcas cómo el miedo al cambio y alfracaso nos limita, cuál es tu nivel de autoestima y la importancia de ver las cosas con mayor optimismo.
Fuente: http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/manejo-ansiedad-2.html

martes, 12 de febrero de 2013

Interés Selectivo


William James, Principles of Psychology (1890)
“ Millones de estímulos del mundo exterior llegan a mis sentidos los cuales nunca entrarán a formar
parte de mi experiencia ¿Por qué?, porque no son importantes para mí. Mi experiencia es aquello a
lo que yo atiendo. Sólo aquellos estímulos de los que tengo noticias formarán mi mente. Sin un
interés selectivo, la experiencia sería un caos total.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Parar el Pensamiento



Cuando te des cuenta de que estás pensando negativamente, grita (mentalmente si estás con otras personas): "Alto".
Al mismo tiempo que tocas con tu lengua la parte interior de tus dientes frontales.

Si sientes que no puedes controlas las preocupaciones o pensamientos negativos, haz el siguiente ejercicio:
Primero lee las instrucciones y luego, con los ojos cerrados todo el tiempo, llévalo a cabo.
También puedes hacerlo, si alguna persona te va dando dichas instrucciones o si las grabas.

Cierra los ojos y respira lenta y suavemente.
No forces la respiración, simplemente deja que el aire entre y salga de tu nariz.
¿Notas alguna diferencia en la temperatura del aire que entre por la nariz y el aire que sale?

Fija la atención en tu cuerpo.
¿Qué sucede en las diferentes partes de tu cuerpo cuando inhalas y qué sucede cuando exhalas?

Ahora con los ojos aún cerrados y respirando suavemente, pon atención a lo que sucede en el lugar en el que te encuentras.
¿Cuál es la temperatura?
¿Qué sonidos escuchas?
¿Qué olores puedes detectar?

Regresa tu atención a tu cuerpo.
¿Cómo sientes tus manos y tus pies?

Nuevamente, con los ojos siempre cerrados, regresa a los sonidos que escuchas a tu alrededor.
Piensa en alguna situación agradable, relacionada con alguno de esos sonidos.

Ahora regresa la atención a tu respiración, a la temperatura de tu nariz.
Respira dos veces contando del 1 al 5 cuando inhalas y del 6 al 10 cuando exhalas.

Abre tus ojos.
¿De qué te diste cuenta?
Seguramente de muchas cosas en relación a tu propio cuerpo y quizás al lugar en el que te encuentras.
Sin embargo en relación a la ansiedad y a nuestros pensamientos, lo importante es que te des cuenta, que tú controlabas tu atención y la dirigías hacia donde tú querías.
Podías ignorar ciertos aspectos y resaltar otros de acuerdo a tu voluntad.
Tú controlas tu atención y tus pensamientos.

Fuente: http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/manejo-ansiedad-2.html

martes, 5 de febrero de 2013

Pensamientos negativos



¿Te criticas constantemente?
¿Criticas mucho a los demás?
¿Te quejas de tu suerte o de que el mundo, la vida, etc., son injustos?
¿Te pasas pensando en todo lo malo que te va a pasar?

Si alguna de las personas que está constantemente contigo, se pasara todo el tiempo criticándote, ¿cómo te sentirías?
¿Y qué sucedería si llevara meses o años haciéndolo?

O si se pasara todo el tiempo diciéndote: "¿y si no logras...?", "¿y si ...se enoja contigo?"

Bueno, muy probablemente es lo que haces contigo mismo, aunque puede ser que no lo hayas notado.
Todos estamos constantemente hablando con nosotros mismos, aun cuando no nos damos cuenta.

Cuando este diálogo interno es negativo, está formado por frases como:
"Soy…", "debería o no debería…", "no puedo", "no vale la pena", "qué caso tiene", "es inútil", "y si", etc., etc.
Son pensamientos que afectan nuestra autoestima, nos limitan y alimentan todas nuestras emociones negativas y por lo tanto, debemos cambiarlos.

Están basados, principalmente, en lo que nos decían nuestros padres y otras personas importantes, durante nuestra niñez.
No podemos dejar de tener un diálogo interno, pero podemos tenerlo basado en pensamientos positivos y motivantes.

Cuando detectes este diálogo negativo contigo mismo, no te critiques o sientas mal por ello, ya que es lo que aprendiste desde pequeño.
A una edad en que no podías cuestionar la veracidad de sus palabras o ignorarlas. 

Una vez que hemos detectado nuestros pensamientos automáticos o lo que nos decimos a nosotros mismos, es importante reconocer los negativos y cambiarlos.
Cambia esas palabras negativas y habla contigo mismo, como lo harías con la persona que más quieres: con paciencia, cariño y muy suavemente.
Enfocándote en lo positivo y en lo que sí puedes lograr o aprender.

Cambia las palabras que tienen una fuerte carga emocional, por otras más neutras o positivas.
En lugar de decir "no soporto", puedes decir "me molesta".

Si piensas en todo lo negativo que crees que te va a pasar y que te está angustiando, analiza qué tan probable es que realmente te suceda.
Recuerda de que 75% de todas nuestras preocupaciones nunca suceden.

Aparentemente este cambio puede parecer superficial o poco importante, pero se han hecho estudios en los que se demuestra que ciertas palabras por sí solas, influyen negativamente en nosotros.

Cambia las afirmaciones que te limitan por preguntas.
En vez de decir: "No puedo hacerlo", pregúntate ¿Cómo puedo hacerlo? 
Busca la mayor cantidad de respuestas, sin analizarlas o calificarlas, en ese momento.
Ejercita primera una nueva manera de abrirte a más posibilidades.
Después puedes analizar cada una de ellas y ver cuál es la más adecuada.
Fuente: http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/manejo-ansiedad-2.html

lunes, 4 de febrero de 2013

Manejar nuestros Pensamientos


Detectar nuestros pensamientos.

Con frecuencia creemos que no pensamos nada o no nos acordamos de lo que pudimos haber pensado.
Pero es importante detectarlos, porque nos están haciendo sufrir.

Para ello podemos:
1.                       Hacer una lista de los sentimientos que tenemos en ese momento o sobre los que queremos trabajar.
2.                       En una hoja aparte, escribir una de las emociones de la lista anterior y abajo, en diferentes renglones, escribir:
"Me sentí __________, porque...
Repetir esta frase por lo menos 5 o 6 veces.
3.                       Una vez hecho esto, completar estas frases rápidamente, sin detenernos a pensar en la respuesta que estamos dando.
Otra forma de encontrar los pensamientos automáticos es escribir todo lo que creemos que pensarían otras personas en esa situación y analizar cada uno de dichos pensamientos, para ver si en alguna ocasión hemos pensado así. 




Analizar la veracidad de nuestros pensamientos.

La realidad es lo que sucede, es todo lo que existe y que puede ser verificado científicamente.
La realidad no es buena, mala, justa, injusta, etc., porque estas ya son valoraciones que dependen de las actitudes y valores de cada persona y cada quién califica una misma situación, de manera diferente.

Por ejemplo:
El que una persona me hable, es un hecho real.
Si me hablo feo, fuerte, con cariño, etc., es mi interpretación de ese hecho.
Lo que para mí puede ser feo, para otra persona puede ser normal o asertivo.

El problema es que el ser humano, no puede dejar de percibir e interpretar de acuerdo a su forma de ser, por lo que reacciona ante dichas interpretaciones.
Si piensa que le habló respetuosamente, probablemente responda de forma amable y tranquila.
Si cree que la otra persona fue agresiva, seguramente su respuesta será agresiva o por lo menos desagradable.

Esta interpretación, formada por nuestros pensamientos, es la que nos provoca muchas de las emociones negativas y de los conflictos que vivimos con los demás.
Por eso es necesario analizar los pensamientos que me hacen sentir o actuar mal, para modificarlos cuando sea necesario.

Una manera de checar la veracidad de nuestros pensamientos es preguntarnos:
"¿Que pruebas tengo para creer esto?"
"¿Puede haber otra explicación para esto que me está sucediendo?"
"¿Qué es lo que pensarían otras personas, de esta misma situación?"

Por ejemplo:
Si digo: "Me habló feo, porque está enojado conmigo".
Me puedo preguntar:
1.                       ¿Qué otras pruebas tengo, para comprobar que está enojado y que es conmigo?
Porque puede ser su forma de hablar, puede estar cansado o puede estar de mal humor, pero por algo que no tiene nada que ver conmigo".

2.                       ¿Absolutamente todas las personas que lo escucharan, pensarían lo mismo que yo?
Si no es así, si conozco a alguien que no lo haría, quizás estoy interpretando su tono de voz de una manera equivocada.
Si hacemos un análisis objetivo y estudiamos nuestro estilo de pensamiento y actitud (optimista o pesimista), podremos reconocer si nuestros pensamientos pueden estar equivocados.
En tal caso, lo adecuado es modificarlos y nuestra angustia disminuirá.

Fuente: http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/manejo-angustia.html

viernes, 1 de febrero de 2013

Técnicas para manejar la angustia.



Con frecuencia nos es difícil trabajar para cambiar un hábito de conducta o de pensamiento.
O pensamos que nos Esto puede ser cierto, pero recuerda que es mejor esforzarse un poco más, durante un tiempo, para estar mejor el resto de nuestras vidas, que buscar la "comodidad" momentánea y sufrir durante más tiempo y a la larga, con mayor intensidad.
sentimos tan mal que no podemos hacer el esfuerzo necesario.


Algunas de las técnicas para trabajar con los pensamientos que nos angustian son:
1.                       Reconocer y aceptar nuestra ansiedad o angustia.
2.                       Detectar los pensamientos que nos provocan dicha angustia.
3.                       Analizar su veracidad, cuestionándonos honestamente, qué tan real y objetivo es lo que estamos pensando.
4.                       Detener esos pensamientos.
5.                       Distraernos haciendo algo que nos gusta y/o pensar en otra cosa.
6.                       Cambiar el locus de control.
7.                       Respirar.
8.                       Relajarse.
9.                       Hacer ejercicio.
10.                    Aprender y darse permiso para reírse y divertirse.



Reconocer y aceptar nuestra ansiedad.

Son varias las razones por las que nos cuesta trabajo aceptar nuestra angustia:
1.                       La negamos o ignoramos, debido a que creemos que no deberíamos estar angustiados, porque:
·                                          "No es para tanto",
·                                          si nos angustiamos significa que:
·                                                           somos "débiles" emocionalmente,
·                                                           tenemos poco control sobre nosotros mismos y
·                                                           sobre la situación.

2.                       Reconocer que estamos angustiados puede, momentáneamente, angustiarnos más.
3.                       Pensamos que si no le hacemos caso, la angustia va a disminuir.
4.                       Estamos tan acostumbrados a ella, que ya no la detectamos.
Pero si no reconocemos y aceptamos nuestra angustia, no sólo no va a disminuir, sino que va a aumentar.

Si nos cuesta trabajo detectarla o aceptarla, lo que podemos hacer, es llevar un diario con tres columnas, en donde anotaremos:
1.                       Cualquier emoción o sensación física, sobre todo si es molesta o si la consideramos negativa.

2.                       Nuestra conducta o problema de ese momento.
Si aparentemente no estamos haciendo nada que pueda angustiarnos y no tenemos ningún problema concreto, debemos preguntarnos:
¿De lo que ha pasado últimamente, qué cosas podrían estar influyendo en mi estado de ánimo o en mi angustia?
¿Qué inquietudes o preocupaciones podrían estar en mi mente?

Escribe cualquier cosa que se te ocurra, aunque pienses que es ilógica o que es una tontería.

3.                       Nuestros pensamientos, si podemos detectarlos en ese momento.
Si no podemos hacerlo, más tarde, cuando tengamos tiempo, podemos utilizar la técnica para detectar los pensamientos.
Una vez anotados estos datos en las tres columnas, analízalas detenidamente, para que puedas encontrar que tipo de situaciones o pensamientos disparan tu angustia y elegir la mejor solución.

Una buena lista de situaciones y pensamientos disparadores de nuestra ansiedad, nos permites detectar nuestros puntos "débiles", es decir, aquellos en donde somos más sensibles y a los que tenemos que ponerle mayor atención.

Puedes leer el libro completo en http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/manejo-angustia.html

La angustia y los pensamientos.



La ansiedad o angustia, está provocada, mantenida y aumentada, por nuestras preocupaciones (pensamientos).
Mientras mantengamos dichos pensamientos, la ansiedad seguirá siendo parte de nuestra vida.

Los pensamientos son una herramienta necesaria para:
1.                       Organizar nuestras ideas,
2.                       analizar las situaciones y
3.                       sacar conclusiones que nos ayuden a mejorar nuestra calidad de vida.
Pero este análisis, las conclusiones que resultan y las emociones que éstas provocan, pueden ser correctas o incorrectas, verdaderas o falsas, dependiendo de nuestro estilo de pensamiento.

Cuando dichas conclusiones son falsas o incorrectas, nos provocan emociones negativas o desproporcionadas, que nos hacen sufrir inútilmente.

Para modificar nuestras emociones negativas, necesitamos cambiar los pensamientos falsos o equivocados, que las causan o las mantienen.

En este sentido, uno de los principales problemas, es que con frecuencia ni siquiera estamos conscientes de dichos pensamientos, porque:
·                          No los expresamos completos y con claridad.
Una simple expresión como "¡oh no!" puede tener toda una serie de mensajes negativos encubiertos.

·                          Una gran parte de ellos se da de forma automática y a tal velocidad, que pasan desapercibidos para nosotros.
Sin embargo, nos demos cuenta o no, una parte de nuestra mente "habla" o piensa y la otra escucha y se lo cree.
Por eso es importante reconocerlos y trabajar en ellos.

Publicado en http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/manejo-angustia.html

Cómo seguir adelante

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A veces, la vida parece ser muy pesada y abrumadora. La continua presión por verse bien, la presión constante por tener buen desempeño en el trabajo, la competencia interminable por la riqueza y el afecto y aprobación de los demás, además de todos los contratiempos sorpresa que aparecen en el camino, conforman la existencia de un desafío fuerte. Los siguientes consejos te ayudarán a seguir adelante en los momentos en que la vida parece ser demasiado difícil.

Pasos

Una cosa a la vez. La realidad existe y sucede un momento presente a la vez. No permitas que el peso de toda la vida te aplaste los hombros. Enfócate en el aquí y ahora, en la actividad o problema que tengas frente a ti en este momento. Una vez que manejes un asunto, podrás manejar otro y tu carga será más ligera.

1. Felicítate a ti mismo cuando logres algo. El progreso sostenido es muy importante. Por lo tanto cuando tengas un logro, aunque sea pequeño, prémiate por eso. Tal vez puedas comprarte esa película que tanto deseas o puedes ir a un SPA y regalarte un relajante masaje. Es importante que tú mismo sientas que la vida es placentera aunque estés en medio de una tormenta, o en medio de una rutina agobiante y monótona.
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2. Empújate a ti mismo a avanzar hacia adelante. Todos tenemos una zona de confort en la que nos estabilizamos y tendemos a estancarnos. Fuérzate un poco a salir de esa zona de confort y trata de avanzar en alguna dirección que te favorezca. Si todo el tiempo estás en tu zona de confort, difícilmente podrás lograr algo importante. Ya sea iniciarte en un nuevo negocio o empleo, iniciar y terminar una nueva carrera o buscar a una persona con quien compartir tu vida, tienes que empujarte a ti mismo a salir de tu zona de confort y aventurarte en busca de avanzar en tu camino.
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3. Controla lo que puedas controlar. Hay estudios que revelan que las personas que padecen de migraña, la padecen porque inconscientemente, tratan de controlar factores que están fuera de su control. Recuerda la oración de los Alcohólicos Anónimos: “Dios, dame fuerza para cambiar lo que puedo cambiar, para aceptar lo que no puedo cambiar y dame sabiduría para ver la diferencia”.
3.                              5
4. Sé flexible. Las cosas difícilmente salen como uno las planea. Hay eventos inesperados que están fuera de nuestro control y que ocurren de vez en cuando. Así que ten esto en cuenta y adáptate lo más pronto posible a lo inesperado.
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5. Deléitate por la oportunidad de vivir. Afortunadamente estás vivo y eso es algo por lo que debes estar agradecido.
5.                              7
6. Toma descansos con regularidad. La vida parece estar llena de tareas interminables por hacer. Pero recuerda que sólo los muertos están sin poder hacer nada. Así que asígnate descansos con regularidad. Descansos en los que hagas realmente lo que te plazca.
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7. Administra tu tiempo y tus recursos. No pierdas tiempo preocupándote cuando puedes ocupar ese tiempo llevando a cabo alguna estrategia que mejore tu vida.

editarConsejos

·                                 Trata de vivir el presente en todo momento.
·                                 La vida está llena de retos. Acéptalos con gusto. Si no tuviéramos retos, tal vez la vida sería muy aburrida.

Publicado en http://es.wikihow.com/seguir-adelante