viernes, 1 de febrero de 2013

Técnicas para manejar la angustia.



Con frecuencia nos es difícil trabajar para cambiar un hábito de conducta o de pensamiento.
O pensamos que nos Esto puede ser cierto, pero recuerda que es mejor esforzarse un poco más, durante un tiempo, para estar mejor el resto de nuestras vidas, que buscar la "comodidad" momentánea y sufrir durante más tiempo y a la larga, con mayor intensidad.
sentimos tan mal que no podemos hacer el esfuerzo necesario.


Algunas de las técnicas para trabajar con los pensamientos que nos angustian son:
1.                       Reconocer y aceptar nuestra ansiedad o angustia.
2.                       Detectar los pensamientos que nos provocan dicha angustia.
3.                       Analizar su veracidad, cuestionándonos honestamente, qué tan real y objetivo es lo que estamos pensando.
4.                       Detener esos pensamientos.
5.                       Distraernos haciendo algo que nos gusta y/o pensar en otra cosa.
6.                       Cambiar el locus de control.
7.                       Respirar.
8.                       Relajarse.
9.                       Hacer ejercicio.
10.                    Aprender y darse permiso para reírse y divertirse.



Reconocer y aceptar nuestra ansiedad.

Son varias las razones por las que nos cuesta trabajo aceptar nuestra angustia:
1.                       La negamos o ignoramos, debido a que creemos que no deberíamos estar angustiados, porque:
·                                          "No es para tanto",
·                                          si nos angustiamos significa que:
·                                                           somos "débiles" emocionalmente,
·                                                           tenemos poco control sobre nosotros mismos y
·                                                           sobre la situación.

2.                       Reconocer que estamos angustiados puede, momentáneamente, angustiarnos más.
3.                       Pensamos que si no le hacemos caso, la angustia va a disminuir.
4.                       Estamos tan acostumbrados a ella, que ya no la detectamos.
Pero si no reconocemos y aceptamos nuestra angustia, no sólo no va a disminuir, sino que va a aumentar.

Si nos cuesta trabajo detectarla o aceptarla, lo que podemos hacer, es llevar un diario con tres columnas, en donde anotaremos:
1.                       Cualquier emoción o sensación física, sobre todo si es molesta o si la consideramos negativa.

2.                       Nuestra conducta o problema de ese momento.
Si aparentemente no estamos haciendo nada que pueda angustiarnos y no tenemos ningún problema concreto, debemos preguntarnos:
¿De lo que ha pasado últimamente, qué cosas podrían estar influyendo en mi estado de ánimo o en mi angustia?
¿Qué inquietudes o preocupaciones podrían estar en mi mente?

Escribe cualquier cosa que se te ocurra, aunque pienses que es ilógica o que es una tontería.

3.                       Nuestros pensamientos, si podemos detectarlos en ese momento.
Si no podemos hacerlo, más tarde, cuando tengamos tiempo, podemos utilizar la técnica para detectar los pensamientos.
Una vez anotados estos datos en las tres columnas, analízalas detenidamente, para que puedas encontrar que tipo de situaciones o pensamientos disparan tu angustia y elegir la mejor solución.

Una buena lista de situaciones y pensamientos disparadores de nuestra ansiedad, nos permites detectar nuestros puntos "débiles", es decir, aquellos en donde somos más sensibles y a los que tenemos que ponerle mayor atención.

Puedes leer el libro completo en http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/manejo-angustia.html

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