sábado, 21 de diciembre de 2013

Cómo Narramos nuestra Vida influye en Cómo Seguirá.


 Nosotros, como humanos, no sólo damos sig- nificado a nuestra experiencia al «narrar» nuestras vidas, sino que
también tenemos el poder de «representar» nuestros relatos gracias al conocimiento que tenemos de ellos. Las historias pueden, por su- puesto, ser tanto negativas como positivas. Por ejemplo, la mayoría
de nosotros disponemos de múltiples relatos acerca de nosotros mismos, de los demás y de nuestras relaciones. Algunos de ellos pro- mueven la competencia y el bienestar. Otros sirven para constreñir, trivializar, descalificar o patologizarnos de alguna u otra manera a
nosotros mismos, a los demás o a nuestras relaciones. Y otras his- torias pueden dar confianza, animar, liberar, revitalizar o curar. El relato que prevalezca a la hora de asignar significado a los sucesos
de nuestra vida determinará, en gran medida, la naturaleza de nues- tras vivencias y nuestras acciones. Si predomina una historia satu- rada de problemas, se nos invita una y otra vez a la desilusión y la
tristeza. Debido a la tendencia conservadora natural a la que todos estamos sujetos, se nos hace cada vez más difícil evitar representar de modo habitual la misma, vieja y problemática historia. Es esta
dominación por parte del conocimiento problemático y el tenaz pre- dominio de los relatos patologizantes lo que hace tan relevante la ex- ploración del «conocimiento como poder».
Epston y White nos invitan a preguntarnos: ¿cómo podemos ha- cer posible la escritura de relatos personales y colectivos que liberen y curen, cuando los relatos dominantes están tan saturados de pro- blemas? Al publicar este libro, están compartiendo algunos de sus descubrimientos en relación con este interrogante. ¿Cuál es nuestra 
disposición a unirnos a ellos en esta exploración y a dotarnos de ha- bilidades en el uso de medios literarios para reanimar la vida de nuestros clientes y de sus familias?

Fragmento del prefacio del libro Medios Narrativos para fines terapéuticos de Michael White y David Epson, escrito por KARL TOMM, Universidad de Calgary, Facultad de Medicina. 

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 

www.psicologogijon.com

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