En la vida vamos conduciendo un autobús hacia nuestros valores, metas y objetivos.
Llevamos como pasajeros a nuestros pensamientos y sensaciones, que nos ayudan.
Muchas veces son catastrofistas: “si sigues ese camino vas a sufrir mucho, tuerce ya”
y se enganchan en nuestro cuerpo.
Tenemos varias alternativas:
1. Discutir y decirle que se calle. Pero podemos chocar.
2. Hacerle caso y torcer: No llegaremos a donde queremos.
3. Escuchar su amenaza y no torcer: Como no le hacemos
caso el pasajero se sentará tranquilo en el fondo del
autobús y, en todo caso, seguiremos nuestro camino
Fuente: Terapia de Aceptación y Compromiso por el Dr. Jose Antonio García
http://www.aceptacion.es/Terapia_Aceptacion-ACT/Vision_personal_ACT.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario