martes, 31 de diciembre de 2013

Cursos UP Gijón Febrero 2014

Psicologo en Gijon www.psicologogijon.com


La matrícula comienza el 23 de enero

Ya puedes consultar toda la oferta de cursos y talleres que comenzarán el próximo mes de febrero. Está formada por un amplio abanico de temáticas y los cursos se desarrollarán en centros de toda la ciudad.
Como viene siendo habitual, colaboraremos con el Centro de Interpretación del Cine en Asturias, en el cual se desarrollará una segunda parte de HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA, además de otros cursos como LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL A TRAVÉS DEL CINE y LA HUELLA DEL CINE: TEORÍA DE LA CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA. Tambiénc olaboraremos con Leroy Merlin para el desarrollo de los cursos de PEQUEÑAS REPARACIONES DOMÉSTICAS y JARDINERÍA INICIACIÓN. Como viene siendo habitual desde hace varios años, la Sociedad Astronómica Omega será la encargada de impartir el curso INICIACIÓN A LA ASTRONOMÍA.
En 2014 se cumple el IV centenario de la muerte de El Greco por lo que se presenta un curso sobre su vida y obra EL GRECO: PRECURSOR DE VANGUARDIAS. Entre los cursos de arte e historia también se presenta uno sobre ARTISTAS ASTURIANOS CONTEMPORÁNEOS, REINOS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA y ESTAMBUL:CRUCE DE CULTURAS.
El programa de artes es muy completo por lo que se puede acceder a toda una oferta de cursos de dibujo, pintura, grabado, cerámicafotografíavídeo, etc. Algunas de las novedades FOTOGRAFÍA CREATIVA.
Pero también tenemos COCINA CREATIVA o COCINA PARA SINGLES dentro de nuestra oferta deGastronomía que se completa con otros cursos de iniciación.
En cuanto a música, nuestra oferta pop rock y de música tradicional que viene siendo habitual, además de los cursos de historia de la músicaque estarán dedicados a VIVALDI Y LA ÓPERA ITALIANA e HISTORIA DE LA SINFONÍA y los de informática musical entre los que destacan como novedades DISEÑO SONORO CREATIVO: SÍNTESIS MODULAR o USO DE PROCESADORES DE DINÁMICA EN LA MEZCLA: COMPRESORES.
También hay cursos dedicados a la salud y psicología entre los que destacan como novedad HABILIDADES PARA LA BÚSQUEDA DE EMPLEO y SOBREPONERSE Y CRECER ANTE LA ADVERSIDAD: RESILIENCIA. Se presentan cuatro cursos de corta duración destinados a personas que tengan niñ@s a su cargob entre los que se incorpora uno sobre CÓMO AYUDAR A NUESTROS HIJOS E HIJAS A TOMAR DECISIONES.
También habrá cursos de informática, lengua y literatura, teatro y danza, etc. Consulta aquí toda la oferta.
La matrícula comienza el día 23 de enero y es preciso contar con tarjeta ciudadana para inscribirse. Más información en up@gijon.es o en los teléfonos 985181032/985181041. También puedes seguirnos enFacebook o en Twitter.

Fuente: up.gijon.es

Sara Morís González
Psicólogo en Gijón
Tel. 671782032

viernes, 27 de diciembre de 2013

Encopresis "La Caca Traicionera"


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Nick, de seis años, vino acompañado de sus padres, Sue y Ron. Tenía una larga historia de encopresis que se había resistido a todos los intentos de ponerle fin, incluyendo los que habían llevado a cabo diversos terapeutas. Raro era el día sin un «accidente» o «incidente», lo que habitualmente significaba que Nick se lo «hacía todo» en los calzoncillos. 

Para empeorar aún más las cosas, Nick había intimado con la «caca». La caca se había convertido en su compañero de juegos. «Pin- taba» con ella en las paredes, embadurnaba los cajones, hacía bolitas y las metía en tazas y armarios, e incluso había llegado a pegarla de- bajo de la mesa de la cocina. Además, no era raro que Ron y Sue en- contraran ropa sucia escondida en diferentes sitios de la casa, o que apareciera caca en diversos rincones, o metida en los desagües de la ducha y del fregadero. La caca incluso se había acostumbrado a acom- pañar a Nick a la bañera.

En respuesta a mis preguntas sobre la influencia que la caca tenía sobre las vidas y relaciones de los miembros de la familia, descubrimos que:

1. La caca estaba arruinando la vida de Nick, ya que le aislaba de otros niños e interfería en sus actividades escolares. Al llenar su vida, la caca ensombrecía su futuro e impedía que tanto él como los demás supieran el tipo de persona que era realmente. Por ejemplo, su capa de caca empañaba su imagen, y hacía di- fícil que otros vieran lo inteligente e interesante que era.

2. La caca estaba hundiendo a Sue en la desdicha, haciéndole du- dar de su capacidad como madre y de su aptitud general como persona. Le abrumaba de tal forma que se sentía desesperada y a punto de «darse por vencida». Su futuro como madre esta- ba ensombrecido por la desesperanza.

3. La intransigencia de la caca avergonzaba profundamente a Ron. Esta vergüenza ejercía el efecto de aislarle de amigos y fa- miliares. No era el tipo de problemas que se sintiera capaz de comentar con sus compañeros de trabajo. Además, la familia vivía en una comunidad de granjeros relativamente aislada y pequeña, con lo que las visitas de amigos y parientes exigía ha- bitualmente que hicieran noche en la casa. Esto se había con- vertido en una tradición. Puesto que resultaba muy probable que durante estas visitas se produjeran «accidentes» e «incidentes», a Ron le resultaba embarazoso seguir esta tradición. Por otra parte, siempre se había considerado una persona abierta, y le era difícil hablar con otras personas y ala vez man- tener el «terrible» secreto.

4. La caca estaba afectando de diversas formas a todas las relaciones de la familia. Por ejemplo, se había interpuesto como un muro entre Nick y sus padres. La relación entre él y su ma- dre se había vuelto bastante tensa, y había perdido buena par- te de su alegría. Y la relación entre Nick y Ron se había resen- tido considerablemente a causa de la tiranía de la caca. Además, como la frustración que sentían con respecto a los problemas de su hijo pasaba siempre al primer plano en las conversaciones entre Roy y Sue, la caca tenía una gran reper- cusión en su relación de pareja, dificultando que se prestaran atención el uno al otro. 


Describir la influencia de las personas

Una vez que se ha obtenido una descripción de la esfera de in- fluencia del problema, puede plantearse un segundo conjunto de preguntas, preguntas que invitan a los clientes a describir su propia influencia, así como la influencia de sus relaciones, sobre la «vida» del problema. Estas preguntas generan información que contradice la descripción saturada por el problema de la vida familiar, y ayuda
a las personas a identificar su competencia y sus recursos ante la ad- versidad.

Normalmente, a las personas les cuesta encontrar ejemplos de su propio influjo sobre la vida del problema. Esto sucede sobre todo cuando han sufrido durante mucho tiempo un problema aparente- mente intratable que ha interferido en sus vidas y sus relaciones. Sin embargo, a estas alturas, la identificación de la influencia del pro- blema ha preparado el terreno para la identificación de la influen- cia de las personas. Al externalizar el problema, el primer conjunto
de preguntas ha ayudado a las personas a separarse del problema, y a revisar su relación con él. Por tanto, están menos paralizadas por el problema y menos limitadas en su percepción de los eventos que lo rodean. Esto facilita el descubrimiento de acontecimientos extra- ordinarios.

Y, tal y como he señalado antes, el hecho de rastrear los efectos del problema en diferentes planos —entre el problema y las diversas personas, y entre el problema y las distintas relaciones— abre un campo enorme para la búsqueda e identificación de acontecimien- tos extraordinarios. Por consiguiente, al describir su influencia so- bre la vida del problema, los clientes no se ven obligados a centrar- se tan sólo en la relación entre el problema y la persona, o en la relación en la que se considera que se basa el problema.


Para que la nueva información sobre los «hechos» hasta entonces ignorados contradiga de forma eficaz la descripción saturada por el problema, esta información debe ser relevante para las per- sonas implicadas. Sólo si es significativa constituirá un aconteci- miento extraordinario para ellas. La descripción previa de cómo re- percute el problema facilita la atribución de esta relevancia. Cualquier información nueva sobre la influencia de las personas contrastará claramente con la descripción previa. Por ejemplo, sólo después de haber descrito la influencia de la anorexia nerviosa so- bre su vida y sus relaciones, pudo una joven apreciar la gran impor- tancia que tenía el hecho de que no hubiera permitido que el pro- blema la aislara de sus amigos.
Cuando investigamos la influencia que los miembros de la fami- lia ejercían sobre lo que habíamos llamado la «Caca Traicionera» descubrimos que:


1. Aunque la Caca Traicionera siempre intentaba engañar a Nick para que jugara con ella, el niño podía recordar varias ocasio- nes en las que no había permitido que la Caca Traicionera le «engatusara». En esas ocasiones, Nick podía haberse prestado a «embadurnar», «pintar» o «pegar», pero se había negado. No se había dejado engañar.

2. En cierta ocasión, hacía muy poco tiempo, la Caca Traicione- ra pudo haber desesperado aún más a Sue, pero ésta se había resistido y había puesto música en vez de dejarse llevar. Ade- más, se había negado a poner en duda su valía como madre y como persona.
3. Ron no pudo recordar ninguna ocasión en la que hubiera evi- tado que la vergüenza que le producía la Caca Traicionera le aislara de los demás. Sin embargo, una vez que se identificó lo que la Caca Traicionera exigía de él, pareció interesado en de- safiarla. Ante mi curiosidad por saber cómo podría rebelarse ante las demandas de la Caca Traicionera, dijo que podría in- tentar revelarle el «terrible» secreto a un compañero de traba- jo. (Esta intención constituye un acontecimiento extraordina- rio, por cuanto no se podía predecir a partir de la lectura de la historia, saturada de problemas, de la vida familiar.)

4. Hubo ciertas dificultades para identificar de qué forma reper- cutían las relaciones familiares sobre la Caca Traicionera. Sin embargo, tras comentarlo algo más, quedó claro que había as- pectos de la relación entre Sue y Nick que ella pensaba que po- día seguir disfrutando, que Ron seguía intentando mantener su relación con Nick, y que Nick opinaba que la Caca Traicionera no había destruido todo el amor que había entre él y sus padres.

Tras identificar la influencia de Nick, Sue y Ron sobre la vida de la Caca Traicionera, introduje ciertas preguntas para que construyeran significados en tomo a estos ejemplos, de forma que pudieran «re-es- cribir» sus vidas y sus relaciones.

¿Cómo habían conseguido enfrentarse eficazmente al problema? ¿Qué indicaba esto acerca de sus cualidades como personas y acerca de las relaciones existentes entre ellos? ¿En qué cualidades se estaban apoyando para conseguir estos logros? ¿Les transmitían estos éxitos alguna idea acerca de los pasos que podían dar para rescatar sus vidas de las garras del problema? ¿De qué forma iba a repercutir en su rela- ción con el problema saber lo que sabían ahora?

Respondiendo a estas preguntas, Nick llegó a la conclusión de que estaba dispuesto a evitar que la Caca Traicionera siguiera siendo más lista que él, y que ya no se dejaría engañar para jugar con ella. Sue tuvo algunas nuevas ideas sobre cómo negarse a que la Caca Traicionera le amargara la vida, y Ron dijo que estaba dispuesto a correr el riesgo de hablarle a un colega de sus problemas con la Caca Traicionera.

Volví a ver a esta familia dos semanas más tarde. Durante ese perío- do, Nick sólo había tenido un accidente de poca importancia, que des- cribieron como una pequeña mancha. Tras nueve días, la Caca Traicio- nera había tratado de volver a ganarse su confianza, pero Nick se había mantenido firme. Le había dado una lección a la Caca Traicionera: no iba a permitir que volviera a echar a perder su vida. Describió cómo había evitado que la Caca Traicionera le engañara para volver a jugar con ella y dijo que creía que la caca ya no llenaba su vida y que ya se contemplaba a sí mismo tal y como era. Estaba muy locuaz, se sentía más feliz y más fuerte y era más activo. La Caca Traicionera había sido una mala com- pañía y Nick había hecho bien en recuperar su vida para sí mismo.

Sue y Ron también se habían hecho fuertes en su decisión de no prestarse a las exigencias de la Caca Traicionera. Sue había empezado a ir sola al servicio más a menudo, especialmente cuando la Caca Trai- cionera le ponía las cosas difíciles, y se «había puesto dura» para de- mostrarle que ya no iba a poder con ella tan fácilmente.

Ron se había arriesgado, rebelándose contra el aislamiento que le imponía la Caca Traicionera. Había hablado con un par de colegas so- bre su problema. Le habían escuchado respetuosamente, y habían ofrecido algunas ideas. Una hora más tarde, uno de ellos había vuelto y le había confesado que había tenido un problema parecido con uno de sus hijos. Tuvieron una larga conversación, que aumentó su amistad. Y sin esa «mancha» sobre la vida de Nick, Ron había descubierto que «se podía hablar» con su hijo.


Invité a la familia a reflexionar y especular sobre qué les decían es- tos sucesos acerca de sus cualidades y acerca de las relaciones existen- tes entre ellos. También les animé a plantearse qué sugerían estos hechos sobre su relación actual con la Caca Traicionera. Durante esta conver- sación, los miembros de la familia identificaron nuevas medidas que podían tomar para rechazar las provocaciones de la Caca Traicionera.

Volvimos a vernos una tercera vez tres semanas más tarde, y des- cubrí que todos habían dado nuevos pasos para dejar atrás a la Caca Traicionera, para asegurarse de que la pondrían en su sitio. Nick había hecho nuevas amistades y se había puesto al día en la escuela, y la familia había pernoctado varias veces en casa de amigos. Sue estaba superando bien sus sentimientos de culpabilidad. Esto se había visto facilitado en cierta medida por el hecho de que ella y Ron habían ha- blado mucho con otros padres sobre las dificultades y tribulaciones que conlleva tener hijos. De este modo, habían comprobado que no eran los únicos que tenían dudas sobre sus aptitudes como padres.

Diseñamos entonces algunos planes para el caso de que la Caca Traicionera intentara volver y engañar de nuevo a Nick. Un mes más tarde entrevisté de nuevo a la familia para hacer una revisión. En el se- guimiento a los seis meses, Nick iba muy bien. Sólo había manchado algo sus calzoncillos en una o dos ocasiones. Tenía más confianza en sí mismo y las cosas iban aún mejor con los amigos y en el colegio. Todo el mundo estaba encantado con sus progresos.


Para preservar la intimidad de las personas, todos los nombres son ficticios.

Fuente: MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS.
LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA.
Michael White y David Epson.
Sara Morís González
Psicólogo en Gijón
Tel. 671782032

Externalización del problema


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Las prácticas relacionadas con la externalización de problemas pueden considerarse contraprácticas que comprometen a las perso- nas en la «descosificación» de sí mismas, de sus cuerpos y de los demás. 

Invariablemente, estas contraprácticas resultan muy atractivas para las personas. Las adoptan con entusiasmo y las encuentran liberadoras. 

En los seguimientos, al comentar con los clientes su experiencia de la externalización del problema, muchos han señalado que les había gustado desde el principio y que había tenido el efecto de «liberarles» para actuar independientemente del problema. 


Aunque la externalización de problemas, tal y como se ha esbo- zado aquí, permite a las personas separarse de estos problemas, esta práctica no las releva de su responsabilidad en el mantenimiento de los mismos. 

De hecho, en la medida en que estas prácticas ayudan a las personas a hacerse conscientes de y describir su relación con el problema, les permite asumir una responsabilidad con respecto al problema que antes no estaba a su alcance. 


Fuente: Medios Narrativos para fines terapéuticos. Michael White y David Epson.

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.com

jueves, 26 de diciembre de 2013

El caso de Aaron


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LA REVISIÓN DE LA RELACIÓN DE LAS PERSONAS CON LOS PROBLEMAS

El problema y sus efectos están ligados por una relación de de- pendencia. Por consiguiente, centrándonos en una mitad de esta re- lación, podría afirmarse que el problema depende, para sobrevivir, de sus efectos. En otra parte he sugerido que estos efectos constitu- yen el sistema que mantiene con vida al problema; que se puede con- siderar que estos efectos representan las condiciones de superviven- cia del problema (White, 1986a).

La identificación de acontecimientos extraordinarios y la crea- ción de significados en torno a ellos ayudan a los clientes a identifi- car su resistencia a los efectos del problema o a sus exigencias. Te- niendo en cuenta la relación de dependencia entre el problema y sus efectos, se sigue que si las personas se niegan a cooperar con las exi- gencias del problema, lo están debilitando; no someterse a los efec- tos del problema hace que éste sea menos eficaz. 

Por tanto, en el proceso de construir nuevos significados para los acontecimientos extraordinarios, las personas revisan su relación con el problema. La descripción de esta relación revisada es muy distinta de la des- cripción que se había obtenido anteriormente acerca de la influencia del problema. 

La exploración de nuevas posibilidades en la vida de las personas se ve potenciada cuando se las anima a hacerse más conscientes y a formular más explícitamente este cambio en su re- lación con el problema.

Los Harrison vinieron a terapia a causa de su hijo Aaron, de ocho años. Sus constantes rabietas constituían un problema apremiante, así como su costumbre de huir de casa en plena madrugada. Todos es- taban convencidos de que, según se iba haciendo mayor, se hacía cada vez más incontrolable.

También existían otras preocupaciones, entre ellas los hábitos ali- menticios de Aaron, su falta de cooperación y su conducta alborotadora en el colegio. La conducta alimenticia de Aaron era realmente espectacular. Aprovechaba la menor oportunidad para, por ejemplo, comerse un tarro entero de café, consumir un tubo de dentífrico o beberse una botella de salsa de soja de un solo trago. Hace poco había saboteado una evaluación psicológica comiéndose el material del test.

Aaron tenía una larga historia de problemas de aprendizaje, y esta- ba en una clase de educación especial. Además, se le había diagnosti- cado hiperactividad a una edad muy temprana. A diferencia de Aaron, sus hermanas mayores parecían jovencitas relativamente normales. Ni siquiera sus costumbres alimenticias se salían de lo común.

Cuando rastreamos la influencia de los miembros de la familia so- bre la vida del problema, el acontecimiento extraordinario más recien- te y espectacular que identificamos fue que la señora Harrison había «desconectado» durante una de las rabietas de Aaron, en vez de unirse a ella. 

Construyendo significados en relación a este acontecimiento,
pregunté qué quería decir esto respecto a la relación de la señora Ha- rrison con las rabietas. Al negarse de este modo a someterse a los efec- tos del problema, ¿estaba accediendo a las demandas del problema o desafiándolas? ¿Cuál de estas relaciones con el problema la atraía más? ¿Debilitaría el problema o lo reforzaría, esta relación de coope- ración? ¿Qué más podía hacer para ponerse de parte de esta nueva re- lación con el problema y no mantener la anterior? ¿Era ahora ella quien mandaba en esta nueva relación?

En unas cuantas sesiones, la señora Harrison transformó su rela- ción con el problema. Otros miembros de la familia siguieron su ejem- plo y pronto las rabietas se quedaron sin el sistema que las mantenía. El comportamiento de Aaron mejoró sustancialmente, su aprendizaje se aceleró de forma espectacular y su capacidad de concentración au- mentó de forma importante. Para satisfacción mía, la señora Harrison se convirtió en una «consultora» para los demás padres que tenían hijos en la clase de Aaron, y les ayudó a revisar su relación con los di- versos problemas que les preocupaban. 

Fuente: Medios Narrativos para fines terapéuticos. Michael White y David Epson.
Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.com

lunes, 23 de diciembre de 2013

Cómo creamos nuestra historia

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.com
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La estructuración de una narración requiere la utilización de un proceso de selección por medio del cual dejamos de lado, de entre el conjunto de los hechos de nuestra experiencia, aquellos que no en- cajan en los relatos dominantes que nosotros y los demás desarro- llamos acerca de nosotros mismos. Así, a lo largo del tiempo y por necesidad, gran parte de nuestro bagaje de experiencias vividas que- da sin relatar y nunca es «contado» o expresado. Permanece amor- fo, sin organización y sin forma:

Si aceptamos que las personas organizan su experiencia y le dan sentido por medio del relato, y que en la construcción de estos relatos expresan aspectos escogidos de su experiencia vivida, se deduce que estos relatos son constitutivos: modelan las vidas y las relaciones.

Fragmento del libro Medios Narativo para Fines Terapéuticos. Michael White y David Epson.

domingo, 22 de diciembre de 2013

¡Cómo respondemos a las exigencias del problema para que este continúe!


Con respecto a la terapia familiar —que es nuestra área de interés especial— el método interpretativo, en vez de proponer que cierta es- tructura subyacente o disfunción de la familia determina el compor- tamiento y las interacciones de sus miembros, sostendría que es el significado que los miembros atribuyen a los hechos lo que determi- na su comportamiento. Así, desde hace algún tiempo me intereso por cómo las personas organizan sus vidas alrededor de ciertos significa- dos y cómo, al hacerlo, contribuyen inadvertidamente a la «supervi- vencia» y a la «carrera» del problema. Y, a diferencia de ciertos teóri- cos de la terapia familiar, en vez de considerar que el problema es de algún modo requerido por las personas o por el «sistema», me intere- so por las exigencias del problema para su supervivencia, y por el efec- to que tienen esas exigencias sobre las vidas y las relaciones de las per- sonas. He propuesto que las respuestas de los miembros de la familia a las exigencias del problema, tomadas en su conjunto, constituyen inadvertidamente el sistema de apoyo a la vida del problema.

Michael White en Medios Narrativos para fines terapéuticos. 1980. Australia. 

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.com

El caso de Bruce

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.compsicologa gijon, psicología, gijón, asturias, problema psicológico, solución, terapia, psicoterapeuta, terapia familiar. 
Bruce, al que se le había diagnosticado una esquizofrenia unos 8 años atrás, vino a mi consulta con sus padres, Richard y Mim. Tam- bién asistió a la sesión la hermana menor de Bruce, Eileen. Mim y Richard estaban preocupados por el rumbo que estaba tomando la vida de su hijo. Aunque su estado era estable, se había aislado completamente. Rara vez salía de su dormitorio, y se escondía de las visitas.

Al final de la primera entrevista, Bruce pensaba que estaba listo para incrementar su propia influencia. Planeaba llamar por teléfono al coordinador de un grupo de encuentros y concertar una cita. Se le había facilitado el número de teléfono de este coordinador en repetidas ocasiones, pero nunca se había sentido capaz de hacer la llamada. Llevaba cinco años sin atender al teléfono, y por supuesto sin hacer nin- guna llamada. Involucré a Bruce y a sus padres en un debate acerca de si estaba o no listo para telefonear, y me pregunté en voz alta si no sería más inteligente que diera antes algunos pasos previos que le pre- pararan para dar este paso. Sin embargo, Bruce estaba convencido de que estaba preparado para hacer la llamada.

Cuando la familia volvió a la siguiente entrevista, pedía sus miem- bros que me pusieran al día de lo que había pasado. Al parecer no ha- bía sucedido nada. Las cosas estaban «igual». Sólo mediada la sesión recordé la decisión de Bruce de llamar al coordinador del grupo. ¿Ha- bía hecho la llamada? «Sí», dijo, y pasó a hablar de otro tema. Eché un vistazo a mi alrededor. Todos parecían estar pensando en otras cosas, estar en mundos diferentes. Era comprensible que no esperaran que pudiera ocurrir nada diferente.

«Espera, espera», dije, «¿He oído lo que creo haber oído?» «¿El qué?», dijo Bruce. «Tal vez la esquizofrenia sea contagiosa y estoy oyendo voces.» Había conseguido captar la atención de Bruce. «¿Qué?», preguntó, perplejo. «Bueno, por un momento he pensado que habías dicho que habías llevado a cabo esa llamada.» 

«No estás oyendo voces; eso es lo que he dicho», dijo Bruce para tranquilizarme. «¡Entonces dímelo otra vez, pero un poco más alto, para que pueda asimilar esta novedad!» Y eso fue lo que hizo. Me disculpé, diciendo que realmente no esperaba ese avance, y luego le pregunté si le importaba volver a darme la noticia. 

Eso hizo, y entonces simulé caerme de la silla ante semejante novedad.

A Bruce esto le hizo mucha gracia. Ahora todo el mundo estaba atento a los progresos de la vida de Bruce. «¿Quién más de los aquí presentes no estaba preparado para esta novedad?» 

«¿Alguien más se ha sorprendido de esto?» Richard reflexionó sobre estas preguntas, v se dirigió a Mim: «Pensándolo un poco, es bastante sorprendente, ¿no?». Mim se unió enseguida a aquel espíritu de estupor y empezó a preguntar a Bruce sobre las circunstancias que habían rodeado esa conducta inesperada. 

Durante los siguientes 30 minutos, empujados por nuestra curiosidad, hicimos preguntas a Bruce y especulamos so- bre la importancia de ese logro. Yo recogí las preguntas, las respuestas y las especulaciones que habíamos realizado, y le mandé a la familia un resumen en forma de carta.

En nuestra siguiente sesión, un mes más tarde, me informaron nada más empezar que Bruce había sorprendido a Mim en dos ocasiones. Puesto que sólo disponíamos de una hora para esta entrevista, no pasamos a investigar en profundidad los sucesos que habían dado lugar a estas dos sorpresas ni todo su significado. 

A lo largo de las entrevistas subsiguientes, todos seguimos yendo «por detrás» de los avances de Bruce, pese a nuestros esfuerzos por mantenernos al día respecto a sus progresos. 

Fuente: MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS. Michael White y David Epson.
Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.com

sábado, 21 de diciembre de 2013

Cómo Narramos nuestra Vida influye en Cómo Seguirá.


 Nosotros, como humanos, no sólo damos sig- nificado a nuestra experiencia al «narrar» nuestras vidas, sino que
también tenemos el poder de «representar» nuestros relatos gracias al conocimiento que tenemos de ellos. Las historias pueden, por su- puesto, ser tanto negativas como positivas. Por ejemplo, la mayoría
de nosotros disponemos de múltiples relatos acerca de nosotros mismos, de los demás y de nuestras relaciones. Algunos de ellos pro- mueven la competencia y el bienestar. Otros sirven para constreñir, trivializar, descalificar o patologizarnos de alguna u otra manera a
nosotros mismos, a los demás o a nuestras relaciones. Y otras his- torias pueden dar confianza, animar, liberar, revitalizar o curar. El relato que prevalezca a la hora de asignar significado a los sucesos
de nuestra vida determinará, en gran medida, la naturaleza de nues- tras vivencias y nuestras acciones. Si predomina una historia satu- rada de problemas, se nos invita una y otra vez a la desilusión y la
tristeza. Debido a la tendencia conservadora natural a la que todos estamos sujetos, se nos hace cada vez más difícil evitar representar de modo habitual la misma, vieja y problemática historia. Es esta
dominación por parte del conocimiento problemático y el tenaz pre- dominio de los relatos patologizantes lo que hace tan relevante la ex- ploración del «conocimiento como poder».
Epston y White nos invitan a preguntarnos: ¿cómo podemos ha- cer posible la escritura de relatos personales y colectivos que liberen y curen, cuando los relatos dominantes están tan saturados de pro- blemas? Al publicar este libro, están compartiendo algunos de sus descubrimientos en relación con este interrogante. ¿Cuál es nuestra 
disposición a unirnos a ellos en esta exploración y a dotarnos de ha- bilidades en el uso de medios literarios para reanimar la vida de nuestros clientes y de sus familias?

Fragmento del prefacio del libro Medios Narrativos para fines terapéuticos de Michael White y David Epson, escrito por KARL TOMM, Universidad de Calgary, Facultad de Medicina. 

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 

www.psicologogijon.com

viernes, 20 de diciembre de 2013

...para reflexionar

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"El significado que los miembros atribuyen a los hechos determina su comportamiento"

"ver cómo las personas organizamos nuestras vidas al rededor de ciertos significados contribuyendo a la superviviencia del problema"

"las respuestas a las exigencias del problema constituyen el sistema de apoyo al problema"

Medios Narrativos para fines terapéuticos. Michael White y David Epson.

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.com
"Meterse más en líos y estar más afectado... o salir de los líos y tener menos problemas" Michael White y David Epson.


Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.com