4. La caca estaba afectando de diversas formas a todas las relaciones de la familia. Por ejemplo, se había interpuesto como
un muro entre Nick y sus padres. La relación entre él y su ma-
dre se había vuelto bastante tensa, y había perdido buena par-
te de su alegría. Y la relación entre Nick y Ron se había resen-
tido considerablemente a causa de la tiranía de la caca.
Además, como la frustración que sentían con respecto a los problemas de su hijo pasaba siempre al primer plano en las
conversaciones entre Roy y Sue, la caca tenía una gran reper-
cusión en su relación de pareja, dificultando que se prestaran
atención el uno al otro.
Describir la influencia de las personas
Una vez que se ha obtenido una descripción de la esfera de in-
fluencia del problema, puede plantearse un segundo conjunto de
preguntas, preguntas que invitan a los clientes a describir su propia
influencia, así como la influencia de sus relaciones, sobre la «vida»
del problema. Estas preguntas generan información que contradice
la descripción saturada por el problema de la vida familiar, y ayuda
a las personas a identificar su competencia y sus recursos ante la ad-
versidad.
Normalmente, a las personas les cuesta encontrar ejemplos de su
propio influjo sobre la vida del problema. Esto sucede sobre todo
cuando han sufrido durante mucho tiempo un problema aparente-
mente intratable que ha interferido en sus vidas y sus relaciones. Sin
embargo, a estas alturas, la identificación de la influencia del pro-
blema ha preparado el terreno para la identificación de la influen-
cia de las personas. Al externalizar el problema, el primer conjunto
de preguntas ha ayudado a las personas a separarse del problema, y
a revisar su relación con él. Por tanto, están menos paralizadas por
el problema y menos limitadas en su percepción de los eventos que
lo rodean. Esto facilita el descubrimiento de acontecimientos extra-
ordinarios.
Y, tal y como he señalado antes, el hecho de rastrear los efectos
del problema en diferentes planos —entre el problema y las diversas
personas, y entre el problema y las distintas relaciones— abre un
campo enorme para la búsqueda e identificación de acontecimien-
tos extraordinarios. Por consiguiente, al describir su influencia so-
bre la vida del problema, los clientes no se ven obligados a centrar-
se tan sólo en la relación entre el problema y la persona, o en la
relación en la que se considera que se basa el problema.
Para que la nueva información sobre los «hechos» hasta entonces ignorados contradiga de forma eficaz la descripción saturada
por el problema, esta información debe ser relevante para las per-
sonas implicadas. Sólo si es significativa constituirá un aconteci-
miento extraordinario para ellas. La descripción previa de cómo re-
percute el problema facilita la atribución de esta relevancia.
Cualquier información nueva sobre la influencia de las personas
contrastará claramente con la descripción previa. Por ejemplo, sólo
después de haber descrito la influencia de la anorexia nerviosa so-
bre su vida y sus relaciones, pudo una joven apreciar la gran impor-
tancia que tenía el hecho de que no hubiera permitido que el pro-
blema la aislara de sus amigos.
Cuando investigamos la influencia que los miembros de la fami-
lia ejercían sobre lo que habíamos llamado la «Caca Traicionera»
descubrimos que:
1. Aunque la Caca Traicionera siempre intentaba engañar a Nick
para que jugara con ella, el niño podía recordar varias ocasio-
nes en las que no había permitido que la Caca Traicionera le
«engatusara». En esas ocasiones, Nick podía haberse prestado
a «embadurnar», «pintar» o «pegar», pero se había negado. No se había dejado engañar.
2. En cierta ocasión, hacía muy poco tiempo, la Caca Traicione-
ra pudo haber desesperado aún más a Sue, pero ésta se había
resistido y había puesto música en vez de dejarse llevar. Ade-
más, se había negado a poner en duda su valía como madre y
como persona.
3. Ron no pudo recordar ninguna ocasión en la que hubiera evi-
tado que la vergüenza que le producía la Caca Traicionera le
aislara de los demás. Sin embargo, una vez que se identificó lo
que la Caca Traicionera exigía de él, pareció interesado en de-
safiarla. Ante mi curiosidad por saber cómo podría rebelarse ante las demandas de la Caca Traicionera, dijo que podría in-
tentar revelarle el «terrible» secreto a un compañero de traba-
jo. (Esta intención constituye un acontecimiento extraordina-
rio, por cuanto no se podía predecir a partir de la lectura de la
historia, saturada de problemas, de la vida familiar.)
4. Hubo ciertas dificultades para identificar de qué forma reper-
cutían las relaciones familiares sobre la Caca Traicionera. Sin
embargo, tras comentarlo algo más, quedó claro que había as-
pectos de la relación entre Sue y Nick que ella pensaba que po-
día seguir disfrutando, que Ron seguía intentando mantener su
relación con Nick, y que Nick opinaba que la Caca Traicionera
no había destruido todo el amor que había entre él y sus padres.
Tras identificar la influencia de Nick, Sue y Ron sobre la vida de la
Caca Traicionera, introduje ciertas preguntas para que construyeran
significados en tomo a estos ejemplos, de forma que pudieran «re-es-
cribir» sus vidas y sus relaciones.
¿Cómo habían conseguido enfrentarse eficazmente al problema?
¿Qué indicaba esto acerca de sus cualidades como personas y acerca
de las relaciones existentes entre ellos? ¿En qué cualidades se estaban
apoyando para conseguir estos logros? ¿Les transmitían estos éxitos
alguna idea acerca de los pasos que podían dar para rescatar sus vidas de las garras del problema? ¿De qué forma iba a repercutir en su rela-
ción con el problema saber lo que sabían ahora?
Respondiendo a estas preguntas, Nick llegó a la conclusión de que
estaba dispuesto a evitar que la Caca Traicionera siguiera siendo más
lista que él, y que ya no se dejaría engañar para jugar con ella. Sue tuvo
algunas nuevas ideas sobre cómo negarse a que la Caca Traicionera le
amargara la vida, y Ron dijo que estaba dispuesto a correr el riesgo de
hablarle a un colega de sus problemas con la Caca Traicionera.
Volví a ver a esta familia dos semanas más tarde. Durante ese perío-
do, Nick sólo había tenido un accidente de poca importancia, que des-
cribieron como una pequeña mancha. Tras nueve días, la Caca Traicio-
nera había tratado de volver a ganarse su confianza, pero Nick se había
mantenido firme. Le había dado una lección a la Caca Traicionera: no iba
a permitir que volviera a echar a perder su vida. Describió cómo había
evitado que la Caca Traicionera le engañara para volver a jugar con ella y dijo que creía que la caca ya no llenaba su vida y que ya se contemplaba
a sí mismo tal y como era. Estaba muy locuaz, se sentía más feliz y más
fuerte y era más activo. La Caca Traicionera había sido una mala com-
pañía y Nick había hecho bien en recuperar su vida para sí mismo.
Sue y Ron también se habían hecho fuertes en su decisión de no
prestarse a las exigencias de la Caca Traicionera. Sue había empezado
a ir sola al servicio más a menudo, especialmente cuando la Caca Trai-
cionera le ponía las cosas difíciles, y se «había puesto dura» para de-
mostrarle que ya no iba a poder con ella tan fácilmente.
Ron se había arriesgado, rebelándose contra el aislamiento que le
imponía la Caca Traicionera. Había hablado con un par de colegas so-
bre su problema. Le habían escuchado respetuosamente, y habían
ofrecido algunas ideas. Una hora más tarde, uno de ellos había vuelto
y le había confesado que había tenido un problema parecido con uno
de sus hijos. Tuvieron una larga conversación, que aumentó su amistad. Y sin esa «mancha» sobre la vida de Nick, Ron había descubierto
que «se podía hablar» con su hijo.
Invité a la familia a reflexionar y especular sobre qué les decían es-
tos sucesos acerca de sus cualidades y acerca de las relaciones existen-
tes entre ellos. También les animé a plantearse qué sugerían estos hechos
sobre su relación actual con la Caca Traicionera. Durante esta conver-
sación, los miembros de la familia identificaron nuevas medidas que
podían tomar para rechazar las provocaciones de la Caca Traicionera.
Volvimos a vernos una tercera vez tres semanas más tarde, y des-
cubrí que todos habían dado nuevos pasos para dejar atrás a la Caca
Traicionera, para asegurarse de que la pondrían en su sitio. Nick había
hecho nuevas amistades y se había puesto al día en la escuela, y la
familia había pernoctado varias veces en casa de amigos. Sue estaba
superando bien sus sentimientos de culpabilidad. Esto se había visto
facilitado en cierta medida por el hecho de que ella y Ron habían ha-
blado mucho con otros padres sobre las dificultades y tribulaciones que
conlleva tener hijos. De este modo, habían comprobado que no eran los
únicos que tenían dudas sobre sus aptitudes como padres.
Diseñamos entonces algunos planes para el caso de que la Caca
Traicionera intentara volver y engañar de nuevo a Nick. Un mes más
tarde entrevisté de nuevo a la familia para hacer una revisión. En el se-
guimiento a los seis meses, Nick iba muy bien. Sólo había manchado
algo sus calzoncillos en una o dos ocasiones. Tenía más confianza en sí
mismo y las cosas iban aún mejor con los amigos y en el colegio. Todo
el mundo estaba encantado con sus progresos.
Para preservar la intimidad de las personas, todos los nombres son ficticios.