Camina
Todos saben que cualquier actividad física, y en especial caminar, ayuda al organismo. Si sientes estrés, prueba con caminar durante cinco minutos. Al hacerlo, podrás relajarte por el hecho de estar en soledad en un estado de atención involuntaria, es decir, prestando atención pero al mismo tiempo reflexionando sobre un problema.
Respira
Para el yoga, la respiración es la fuerza vital, ya que cumple un importante rol al nutrir al cuerpo. Además, ayuda a bajar el estrés debido a que estimula al sistema nervioso parasimpatético y ayuda a recibir una gran cantidad de oxígeno. Para relajarte, puedes llevar a cabo una serie de respiraciones profundas y lentas desde la zona del estómago. Luego, puedes practicar una respiración alternada. Primero, tapas tu narina derecha con el pulgar e inspiras por allí. Luego, tapas tu narina izquierda con el dedo índice y exhalas con la narina derecha. Repite varias veces con cada lado.
Visualiza
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos recomienda que cada persona tenga su dosis diaria de sueño despierto, ya que ayuda a bajar el nivel de estrés. Cuando estés nervioso, imagina que estás en tu sitio favorito o haciendo una actividad que te gusta. Primero, sitúate en el lugar, y luego incorpórale cada sensación que sientes allí. Verás que transportarte a una realidad paralela te ayudará a bajar la tensión.
Come un tentempié
El estómago puede ayudarte a combatir el estrés. El doctor Drew Ramsey, profesor de la Universidad de Columbia en Estados Unidos y autor de “La Dieta de la Felicidad”, afirmó que el estrés es un fenómeno mediado entre el cerebro y el sistema inmunológico, y el estómago es el órgano más grande de este sistema, así que debes cuidar de él para no estresarte. Cuando estés nervioso, elige un tentempié y llévatelo a un lugar tranquilo. Una vez allí, cómelo de manera meditativa, siendo consciente de su sabor, cada sonido que hace en tu boca y el resto de sensaciones que te genera.
Cuida de una planta
Las plantas no sólo ayudan a limpiar el aire que respiras, sino que también te calman. Un estudio de la Universidad de Washington State, Estados Unidos, propuso a un un grupo de personas muy nerviosas que ingresaran a una sala repleta de plantas. Poco tiempo después de entrar en la habitación, su presión sanguínea bajó cuatro puntos, mientras que solo bajó dos puntos en aquellos que no ingresaron.
Apártate de tu computadora
Según un estudio de la Universidad de Gothenburg, en Suecia, el uso ininterrumpido de la computadora está asociado a la pérdida de sueño, estrés y depresión en las mujeres. Por otra parte, usar la computadora antes de irse a dormir también está relacionado, tanto en hombres como mujeres, a los altos niveles de estrés. Intenta tomar descansos durante tu jornada laboral, si es que utilizas una computadora para trabajar, y procura no usarla al menos una hora antes de irte a dormir.
Busca a la naturaleza
La luz solar es de gran ayuda para aquellos que sufren depresión y hace maravillas con aquellas personas que están estresadas. Cuando estés nervioso y es un día soleado, sal a la calle y disfruta un poco del sol. Si no puedes salir de donde estás, prueba con mirar por la ventana y concentrarte en algún pájaro o árbol que veas por allí. ¡No se vale espiar a los vecinos!
Date un masaje
Sharon Melnick, autora de “Éxito bajo estrés”, indica que si sientes alguna moción fea, debes aplicar un poco de presión en la unión de los dedos índice y del medio. Esta zona ayuda a liberar tensiones en el corazón. También puedes masajear debajo del dedo pulgar para relajar los músculos del cuello, la nuca y los hombros.
Escucha música
La música clásica tiene un efecto tranquilizador sobre las personas, por eso, muchos la eligen para antes de irse a dormir. Sin embargo, si lo que buscas es desestresarte, simplemente debes escuchar, tararear o cantar tu canción favorita. Esto activará un neuroquímico llamado dopamina, el cual es responsable de que te sientas a gusto.
Utiliza goma de mascar
Andrew Scholey, un profesor de la Universidad de Melbourne, logró darle otro uso a la goma de mascar. Según un estudio realizado por él en el año 2008, la goma de mascar permite que liberes de tu ansiedad debido a que, mientras masticas, reduces el nivel de cortisol, una de las hormonas que generan estrés.
Relaja tus músculos progresivamente
Si quieres calmarte en poco tiempo, intenta este ejercicio de relajación progresiva. Focaliza tu atención en los músculos de tus pies. Tensiónalos lo más que puedas y luego relájalos. Repite lo mismo con cada músculo del cuerpo, hasta los de tu rostro. Al finalizar este ejercicio, sentirás mucha paz, ya que los músculos de todo tu cuerpo estarán completamente relajados. Cuando tengas problemas para dormir, utiliza este método. ¡Tienes suerte si logras llegar consciente a los músculos de tu estómago!
Come un plátano
Durante los momentos de estrés, tu presión sanguínea aumenta. Para bajarla y, en consecuencia, relajarte, puedes comer un plátano, una fruta rica en potasio, sustancia que permite regular la presión sanguínea. Además, la Asociación Psicológica Norteamericana recomienda ingerirla para prevenir las nefastas consecuencias del estrés sobre tu organismo.
Practica tu pasatiempo
Realizar una actividad repetitiva permite bajar la ansiedad. ¿Y qué actividad es más repetitiva que tejer? El experto en relajación Herbert Benson sostiene que tejer cumple con dos de las características de estar conectado con el momento presente. Por un lado, repites un movimiento y por otro, al estar concentrado, dejas de lado pensamientos intrusos que suelen provocar estrés.
Toma un poco de miel
La miel, además de ser un gran antibiótico, tiene una serie de componentes que producen glucógeno. Esta sustancia se concentra en el hígado, órgano estimulado por el cerebro para generar nuevos azúcares cuando está transcurriendo un momento estresante. Al comer miel, aportas azúcares buenos a tu cuerpo y así evitas que el cerebro genere hormonas estresantes, como la adrenalina y el cortisol.
Medita
No es necesario irse al medio de la nada para lograr una buena meditación. Esta disciplina puede ser realizada en cualquier momento o lugar. Solo necesitas concentrarte en tu respiración y prestar atención a lo que está pasando a tu alrededor, sin dejarte llevar por ningún estímulo específico. Realizar varias meditaciones al día permite bajar los niveles de ansiedad y de depresión.
Cuenta hacia atrás
Cuando tus preocupaciones están sacando lo peor de ti, intenta contar al revés. Comienza por el número diez y sigue el camino inverso hasta llegar lentamente hasta el número uno. Al terminar, lograrás sentir una increíble sensación de paz.
Moja con agua fría tus muñecas
Deja el perfume de lado y opta por el agua. Cuando estés estresado, ve al baño más cercano y moja la parte de atrás de tus muñecas y detrás de los lóbulos de tus orejas. Por debajo de la piel de esas zonas pasan arterias y, al mojarlas, tendrás una sensación de frescura que te ayudará a calmarte.
Intenta resolver unas palabras cruzadas
Las palabras cruzadas o los juegos de ingenio permiten que salgas de ese momento de ansiedad en el que te encuentras cuando estás estresado. En su lugar, la concentración que requiere este tipo de actividad te posibilita estar en un estado de atención relajada.
Dale un lugar a los olores
El olor es uno de los agentes que más estimulan al cerebro y, por lo tanto, puedes utilizarlo a tu favor cuando estés estresado. Los cítricos pueden ayudarte a relajar tu mente debido a que aumentan la segregación de una hormona llamada norepineprina. También puedes oler café – ¡sí, café! -, ya que el olor a esta bebida permite bajar la cantidad de una serie de sustancias que generan estrés. Eso sí, si no quieres estresarte más, no debes tomarlo.
¡Ríe!
Si deseas sacarte el estrés de encima, ríete bien fuerte. La risa promueve la generación de endorfinas, una sustancia segregada por el cerebro que permite la sensación de satisfacción. Recuerda una anécdota simpática o visita alguna página de Internet graciosa: así podrás mantener una seguidilla de carcajadas saludables.
Bebe un poco de té verde
El té verde es reconocido mundialmente por sus propiedades anti oxidantes. Sin embargo, esta infusión también es fuente de L-taenina, un químico que permite bajar la agresividad. Así que la próxima vez que estés rojo de ira, tómate cinco minutos para cambiar tu color con un delicioso té verde.
Fuente: econsumo.es
Sara Morís González
Psicólogo en Gijón
Tel. 671782032