miércoles, 21 de septiembre de 2011

Algunos consejos para superar el divorcio.

Superar el divorcio es difícil. A veces nos preguntamos cómo sobrevivir a esa etapa tan dolorosa. Conoce algunos consejos que pueden te pueden servir para recuperarte después del divorcio e iniciar una nueva vida en la que obtengas el bienestar y la felicidad que tú deseas.
"A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. 
¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán?
Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será". Johann Wolfgang Von Goethe (Poeta, novelista y dramaturgo alemán).

Ante las situaciones difíciles y dolorosas, podemos tomar dos actitudes distintas.
1.      Esperar a que pase el tiempo y el problema, con la esperanza de que se acabe nuestro sufrimiento.
2.      Actuar, para mejorar y/o resolver la situación, de acuerdo a mis deseos y necesidades.
Aparentemente la primera es la más fácil.
¿Si ya estamos sufriendo tanto, para qué esforzarnos más?
Pero pensando así, no llegamos a donde nosotros queremos.
Llegamos a donde la vida o los demás nos llevan.

Es cierto que actuar requiere de un esfuerzo.
Pero es la única manera de aumentar la confianza en nosotros mismos y obtener lo que deseamos.

Los siguientes consejos te permitirán acelerar el proceso de divorcio y disminuir el sufrimiento.

1.      Reconoce que, independientemente de si querías divorciarte o no, estás viviendo toda una serie de cambios y pérdidas, que te provocan diferentes emociones negativas y afectan toda tu vida.

2.      Infórmate sobre lo que implica el divorcio y sobre sus repercusiones en las diferentes áreas de la vida.

Es muy importante, que entiendas que lo que te sucede es normal y que, aunque muy doloroso, es un proceso que tiene un principio y un fin.

El final no es la firma ante el juez, es el momento en el que logras tu recuperación física y emocional,

3.      Date permiso para sentir cualquier emoción que surja.

No la niegues, no te critique por ella, pero exprésala adecuadamente.
Es decir, en el lugar, el momento, con la persona y en la forma adecuada.

Puedes hacerlo por escrito en un diario personal.


De hecho, sólo reconociéndolas, aceptándolas, expresándolas y trabajándolas, puedes lograr una buena recuperación que te libere del pasado y te permita vivir y disfrutar el futuro.

Recuerda que las emociones, por muy intensas que sean, son sólo una parte tuya.
No te pueden controlar, a menos que tú lo permitas.

4.      No te compares con los demás.
Recuerda que cada situación es diferente y que cada persona es distinta.
Por lo tanto, la misma situación, no nos afecta a todos de la misma manera.

5.      Date el tiempo que necesites para recuperarte.

Para recuperarnos bien de un divorcio necesitamos, aproximadamente, entre 18 meses y 3 o 4 años.

No te forces, pero no permitas que el dolor o la compasión te mantengan atrapado en el mismo lugar.

El progreso puede ser lento, con avances y retrocesos, pero constante.
No importa el tamaño de los pasos que des, sobre todo en un principio, siempre y cuando te mantengas en movimiento, pero hacia la meta adecuada: tú recuperación.

6.      Todas las mañanas al despertar y por las noches, antes de dormir, reconoce en voz alta algo positivo de tu vida en estos momentos.

Puede ser algo tan importante como que tus hijos están sanos o algo de menor importancia como que tienes un reloj que te gusta, que salió el sol o que vas a hablar por teléfono con algún familiar o amigo.

Siempre hay cosas positivas en nuestra vida.
Recuerda las palabras de quién dijo: "Yo me quejaba porque no tenía zapatos, hasta que descubrí que otros no tenían pies".

7.      Piensa en algo positivo que va a resultar de lo que está sucediendo.
Como por ejemplo:
Vas a estar más involucrado con tus hijos, vas a aprender a hacer cosas que no sabías hacer, ya no hay gritos a tú alrededor, etc.

8.      Evita en lo posible, lugares, situaciones o personas que te provoquen recuerdos dolorosos. 

Si no puedes evitarlo, cuando te encuentres en esa situación piensa:
"Lo pasado, pasó.
Hoy es un nuevo día y el principio de una nueva vida que estoy construyendo.
Lo que importa es la felicidad y el bienestar que 
quiero y puedo lograr".

9.      Busca nuevas actividades y relaciones que sean parte de tu nueva identidad:
Un hombre o mujer que tiene la capacidad para construir una nueva vida, en donde puede ser feliz.

10. Al principio, durante los primeros meses, no tomes decisiones drásticas, como cambiarte de casa o de trabajo, a menos que sea indispensable. 

Si necesitas hacer cambios, hazlos poco a poco.
Aprende a establecer prioridades.

11. Con la tensión y angustia la memoria falla.
Haz una lista con las cosas que necesitas hacer, números de teléfono, de cuentas importantes, etc.
Busca cómo facilitarte la vida.

12. Cuando te sientas mal, date unos minutos o haz una cita contigo mismo para más tarde, para contactar con tus sentimientos y pensamientos.

Si te es posible, escríbelos, pero sin analizar lo que estás escribiendo.
También es recomendable llevar un diario personal, en donde escribas todo lo que te sucede, piensas, sientes y deseas, pero sin juzgar o criticar

13. Apóyate en tus amistades, pero elije con cuidado las que tengan la capacidad de escucharte, respetar tus emociones y apoyarte.

No vivas solo estos momentos difíciles. 
No te aísles.

Si tus amigos o familiares te buscan, ve con ellos.
Tú eliges si quieres hablar de lo que te sucede o no.
Si no te buscan, háblales tú. 

No dejes que un falso orgullo te mantenga alejado de la gente que es importante para ti.

Estar solo en ciertos momentos es deseable y positivo, pero aislarse, no lo es.

14. Enfócate en las cosas sobre las que tienes control.
No te desgastes física y emocionalmente sobre las cosas que no puedes controlar.

15. Si tienes hijos, busca la información adecuada para ayudarlos a vivir un proceso que es doloroso y que puede ser incomprensible para ellos, no importa cuántas veces se los explicaste.

16. Evita caer en el perfeccionismo o en la necesidad de demostrar que eres muy fuerte e independiente.
No necesitas demostrarle nada a nadie, ni siquiera a ti mismo.

El divorcio no dice nada malo de ti.
Es reconocer la necesidad de terminar con una situación que te hacía sufrir, que ya no te convenía o que en realidad no merecía la pena, (aunque de momento no lo veas así).

17. Cuídate.
Aliméntate sanamente, haz ejercicio y procura dormir o descansar lo mejor posible.

18. Aprende a vivir sin tu ex-pareja.
Haber amado o necesitado a alguien, no significa no poder vivir sin esa persona.

El que tu ex-pareja haya hecho toda una serie de cosas por o para ti, no quiere decir que tu no puedes hacerlas o aprender.

A medida que lo vayas haciendo, vas a adquirir más confianza y te sentirás mejor

19. No te involucres con una nueva pareja, hasta que realmente estés recuperado y hayas sanado tus heridas y trabajado tus emociones. 

Puede ser muy tentador buscar una nueva relación que nos "haga" sentir bien: queridos, necesitados y respetados.

Pero si no hay una buena elaboración personal de todo lo que implica el divorcio y no aprendemos de lo que sucedió, pronto podemos tener los mismos problemas o similares.

Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Maestría en Terapia de Pareja.
Tel. 044 55 1924 9863 (Ciudad de México).
e-mail: bienestar.e@gmail.com

Sara Morís González
Psicólogo y Coach en Gijón 
www.psicologogijon.com

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